Un sospechoso y el hallazgo de una bala causan el pánico en los colegios de EEUU

Un sospechoso y el hallazgo de una bala causan el pánico en los colegios de EEUU
el coche fúnebre con el cuerpo de jack pinto, un niño de seis años, llega al cementerio ef

Dos escuelas de la localidad estadounidense de Ridgefield, a 32 kilómetros de Newtwon, en Connecticut, reabrieron ayer tras cerrar brevemente unas horas antes cuando los vecinos alertaron a la Policía de la presencia de un hombre sospechoso que más tarde fue identificado.

La Policía recibió a primera hora del día una alerta sobre un hombre vestido completamente de negro que parecía portar un rifle en el hombro en las inmediaciones de la estación de tren de Branchville, cerca de las escuelas. Aunque el incidente ya se ha resuelto, la Policía declaró que no facilitará datos sobre la persona involucrada, que no fue arrestada.

El antiguo canguro de Adam Lanza lo recuerda como un niño introvertido

Además, tres escuelas del área de Tampa (Florida) ordenaron ayer una alerta después de que se descubriera una bala en el suelo de un autobús escolar que servía a esos tres centros.

El agente John Newman detalló que las autoridades interrogaron y registraron a los alumnos que viajaron en el autobús para determinar la procedencia de la bala, sin que por el momento se hayan hecho públicas sus conclusiones.

La masacre en el colegio de Newtown el pasado viernes ha reabierto el debate sobre la seguridad en las escuelas de Estados Unidos, con opiniones encontradas que van desde quienes abogan por mayor atención psicológica en las aulas hasta quienes defienden que los profesores deberían ir armados a clase.

Los propios habitantes de Newtown muestran opiniones encontradas sobre la necesidad o no de armar a los guardias de seguridad de sus centros de enseñanza.

Mientras, más de la mitad de los estadounidenses apoya mayores restricciones sobre la venta de armas, aunque un 71% se opone a una prohibición total del comercio de pistolas, según un muestreo efectuado por la cadena ABC y el diario “The Washington Post”, divulgado ayer.

La ciudad de Newtown acogió ayer las primeras ceremonias fúnebres por las víctimas del tiroteo. La lista de fallecidos incluye 16 niños y niñas de 6 años y cuatro de 7 años, además de la directora de la escuela primaria Sandy Hook, Dawn Lafferty Hoschsprung; las maestras Anne Marie Murphy, Rachel D’Avino, Lauren Rousseau y Victoria Soty, y la psicóloga Mary Sherlach.

Por su parte, Ryan Kraft, el excanguro de Adam Lanza, el joven que causó la matanza, lo describió ayer como un niño callado e introvertido.

“Cuando hacía algo, fuera construir con Lego o jugando con videojuegos, estaba realmente concentrado. Era como si estuviera en su propio mundo”, dijo Kraft.

El presidente estadounidense, Barack Obama, propuso ayer cambios profundos en Estados Unidos para evitar nuevas matanzas masivas.

“Ya no podemos tolerar esto. Estas tragedias deben terminar y, para terminarlas, debemos cambiar”, urgió Obama en una vigilia interconfesional en homenaje a las víctimas de la escuela Sandy Hook de Newtown.

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