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jueves | 25 abril | 2024
El exviceministro sirio de Petróleo y Riqueza Mineral Abdo Hussameddin, que anunció que abandonaba el país y se unía a la revolución contra Bachar al Asad, afirmó que los miembros del Ejecutivo se encuentran “prisioneros” en el país.
“Todos los responsables sirios pasados, actuales y futuros, están en una gran prisión, no pueden abandonar el territorio por una decisión oficial”, afirmó el exresponsable sirio a la televisión francesa “France 24”, en su primera intervención tras haber anunciado a través de internet su deserción.
Hussameddin indicó que incluso el primer ministro del país tiene prohibido enviar a nadie al exterior si no es con el acuerdo de las fuerzas de seguridad o de altos funcionarios.
Kofi Annan reprueba una posible intervención militar en Siria antes de iniciar su visita
“Por eso los responsables no quieren abandonar el país, por miedo a sus vidas, sus familias o sus intereses”, indicó.
El exviceministro calificó de “desastrosa” la situación del país y consideró que “el régimen está muriendo”, por lo que pidió “a todos los ciudadanos que se unan a la revolución y no permanezcan como simples espectadores”.
“Hago un llamamiento a todos los responsables. Siria es un desastre, todos los días centenares de sirios mueren ante la mirada del mundo, eso tiene que cambiar. El mundo tiene que ayudar a Siria”, agregó.
“Ya no se puede esperar más de este régimen tras un año de violencia, barbarie, monstruosidad y destrucción”, señaló Hussameddin, que consideró que “el país es un cadáver en torno al cual el régimen baila deleitándose en su víctima”.
El exresponsable consideró “desastrosa” la situación económica, indicó que “no hay recursos ni en turismo, ni en petróleo ni en industria” y reveló que la libra siria se ha devaluado hasta el punto de valer la mitad que antes de la crisis.
Por otro lado, las fuerzas leales al régimen sirio de Bachar al Asad asesinaron ayer a un total de 44 personas en el barrio de Jobar en la ciudad siria de Homs, la mayoría pertenecientes a dos familias de activistas, denunció un grupo opositor.
Los Comités de Coordinación Local aseguraron que esta ejecución se debió a la actividad opositora de algunas de las víctimas o de sus familiares, así como a su rechazo a aparecer en la televisión estatal dando falso testimonio sobre la situación en Homs.
Mientras tanto, el enviado de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, reprobó ayer con contundencia una posible intervención militar en Siria y explicó que esta opción empeoraría la situación en el país, adonde viajará el próximo sábado.
Por su parte, Siria aseguró a la responsable de Asuntos Humanitarios de la ONU, Valerie Amos, que los hospitales del país atienden a todos los heridos sin discriminar su tendencia política, en respuesta a las acusaciones de Naciones Unidas de que se han convertido en “centros de tortura”.
En una reunión con Amos, el ministro de Sanidad, Wael al Halqi, recalcó que, pese a la crisis, los centros médicos y privados no han cesado de atender a enfermos y heridos “sin tener en cuenta su postura política”.
Al Halqi acusó a algunos medios de comunicación de tergiversar la información e invitó a Amos a visitar el hospital que desee en cualquier zona para informarse del tipo de servicio que reciben los pacientes.
