Trump se define a sí mismo como un “genio” ante las especulaciones sobre su capacidad mental

Trump se define a sí mismo como un “genio” ante las especulaciones sobre su capacidad mental
El presidente de EEUU, Donald Trump | Chris Kleponis (EFE)

El presidente de EEUU, Donald Trump, se definió ayer como “un genio muy estable” en un intento de zanjar las especulaciones sobre su capacidad y estabilidad mental que han circulado por Washington a raíz de la publicación de un libro sobre su presidencia. “Realmente, a lo largo de mi vida, mis dos grandes activos han sido la estabilidad mental y ser, como, realmente listo”, aseguró Trump en Twitter.
El mandatario estadounidense mostraba así su indignación por los rumores que ha despertado la publicación este viernes del libro “Fire and Fury” (“Furia y fuego”), cuyo autor, Michael Wolff, asegura que los funcionarios de la Casa Blanca cuestionan las dotes del mandatario para gobernar.
Preguntado después en una rueda de prensa en Camp David (Maryland) por qué sintió necesidad de comentar sobre su salud mental e inteligencia, Donald Trump comenzó una retahíla de elogios a sí mismo diciendo que fue a las mejores universidades, se convirtió en un empresario muy exitoso, fue una estrella de la televisión y ganó la Presidencia en el primer intento.
Además, arremetió de nuevo contra Wolff llamándole “fraude” y abogó por endurecer las leyes de libelo en el país para evitar que se publiquen libros con afirmaciones “falsas” como es, a su juicio, el del periodista.

“Como un niño”
Según Wolff, “el cien por cien” de los asesores del presidente “le ven como un niño” y le llaman “idiota”, y su exestratega jefe, Steve Bannon, cree que el mandatario ha “perdido” la cabeza.
“Este hombre no lee, no escucha. Es como un ‘pinball’, virando a todas partes”, dijo Wolff este viernes en una entrevista a la cadena NBC News.
Ese rumor sobre el entorno del presidente se sumó a la revelación de que, hace un mes, un grupo de legisladores –la mayoría demócratas– convocaron a una profesora de psiquiatría en la Universidad de Yale, Bandy Lee, para que les hablara sobre lo que el comportamiento de Trump revela sobre su estado mental.


“Trump va a perder el control, y estamos viendo las señales”, dijo Lee a los legisladores. Trump dio más razones a quienes le acusaron de padecer un trastorno narcisista este martes, cuando se jactó en Twitter de que, igual que el líder norcoreano Kim Jong Un, él también tiene acceso a un “botón nuclear”, pero que el suyo es “mucho más grande y más poderoso”. Esa amenaza de un ataque nuclear, sumada a las revelaciones del libro y la reunión en el Congreso, reavivó las especulaciones sobre la posibilidad de que Trump pudiera ser apartado del poder mediante la activación de la 25 enmienda de la Constitución estadounidense.
Ese artículo, aprobado en 1967, establece la posibilidad de apartar al presidente del poder si se le considera “incapaz de ocuparse de los deberes del cargo”. No obstante, los expertos coinciden en que es “altamente improbable” que esa enmienda pueda aplicarse. “La enmienda no se diseñó para afrontar el temperamento y la salud mental, sino la incapacitación, como en el caso de que el presidente sufriera un derrame cerebral o alguna discapacidad grave que le impidiera hacer su trabajo”, explicó un politólogo en la Universidad de George Washington, Matthew Dallek.
Su aplicación “requeriría que muchos miembros del Gabinete y su propio vicepresidente declararan que es incapaz, y si Trump desafiara ese análisis, dos tercios del Congreso” tendrían que votar en su contra para poder expulsarle del cargo, apuntó Dallek.

Trump se define a sí mismo como un “genio” ante las especulaciones sobre su capacidad mental

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