El SPD lo apuesta todo a una tercera gran coalición con Angela Merkel

El SPD lo apuesta todo a una tercera gran coalición con Angela Merkel
Berlin (Germany), 04/03/2018.- Dietmar Nietan (C-L), Federal treasurer of Germany's Social Democratic Party (SPD), and Olaf Scholz (C-R), First Mayor of Hamburg and Acting Leader of the SPD, present the result of the members voting on the coalition agreem

Después de cosechar en septiembre pasado el peor resultado electoral de su historia, y tras cinco meses marcados por cambios de rumbo y divisiones internas, el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) apostó todo a una tercera gran coalición con Merkel.
Todas las encuestas de las últimas semanas señalan que, de celebrarse ahora elecciones, el SPD caería por debajo del mínimo histórico de septiembre (20,5 %) y un sondeo llegó a descabalgarles de la segunda posición en favor del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
El 66 % de la militancia del atendió a la llamada a la responsabilidad lanzadas por la dirección alertando de que rechazar la entrada en el gobierno era abocar al país a nuevos comicios, con resultados inciertos para el SPD.
Los militantes apostaron por la estabilidad, aunque el resultado de la consulta, con el 33 % en contra de reeditar la gran coalición, evidencia también el divorcio de parte de las bases con la cúpula de un partido, un fenómeno que comenzó a arraigar durante el mandato del canciller Gerhard Schröder (1998-2005).
La denominada Agenda 2010, el paquete de reformas y recortes de Schröder para superar la crisis alemana de principios de siglo, rompió al SPD y provocó la salida de quien había sido su presiente, Oskar Lafontaine, quien amalgamó a la disidencia socialdemócrata y a los postcomunistas para formar la actual La Izquierda.

Primera
A la postre, aquellos recortes abrieron la puerta de la Cancillería a Merkel, que ganó las elecciones anticipadas  de 2005. 
La líder cristianodemócrata venció por un estrecho margen (un 35,2 % de los votos, frente al 34,2 % del SPD) y formó su primera gran coalición con los socialdemócratas, que se hundieron al acabar la legislatura y lograron sólo un 23 % de las papeletas en los comicios de 2009.
Tras esas elecciones, Angela Merkel eligió como aliado para su segunda legislatura a los liberales, con quienes lideró el discurso de la austeridad en plena crisis financiera en Europa.
Los socialdemócratas no supieron aprovechar su paso por la oposición para recuperar el terreno perdido y en 2013 apenas mejoraron sus resultados (25,7 %), mientras Merkel engullía a otro socio y los liberales quedaban fuera del Parlamento Alemán. 
Necesitada de un nuevo aliado para su tercera legislatura, la canciller ofreció el puesto otra vez a los socialdemócratas, con quienes consensuó un ambicioso programa de gobierno que incluía las principales reivindicaciones electorales del SPD.

Segunda
El SPD, consciente de la sangría de votos tras la primera gran coalición con Merkel, sometió por primera vez el acuerdo de gobierno a una consulta vinculante entre sus militantes y, en aquella ocasión,  lo aprobó el 75,9 %.
Pero el partido se mostró incapaz de rentabilizar su trabajo en la gran coalición y las urnas volvieron a castigarle en septiembre, comenzado entonces un tortuoso camino en que afloraron heridas internas, más aún después de que el expresidente del Parlamento Europeo Martin Schulz, que llegó a Berlín como la esperanza socialdemócrata frente a Merkel, rechazó en campaña reeditar la gran coalición en Alemania.
La canciller intentó entonces negociar una inédita alianza tripartita con verdes y liberales, pero éstos rompieron las negociaciones y crecieron las presiones sobre Schulz. Desde el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, al francés, Emmanuel Macron, apremiaron a Schulz a dialogar, éste accedió  y tras reuniones maratonianas, el 7 de febrero cerró un acuerdo de gobierno de 177 páginas con Angela Merkel. l

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