Sarkozy reduce la distancia con Hollande en la semana decisiva

Sarkozy reduce la distancia con Hollande en la semana decisiva
Sarkozy pronuncia un discurso durante un mitin en Avignon efe

  El candidato socialista a la presidencia francesa, François Hollande, comenzó ayer con ventaja en los sondeos sobre su rival, Nicolas Sarkozy, la semana decisiva para las presidenciales, aunque con un margen algo reducido.

Aún así, Hollande mantiene un avance confortable, de al menos seis puntos, ante los últimos días de campaña, durante los que las manifestaciones del 1 de mayo y el cara a cara televisivo de mañana son los platos fuertes y que desembocarán en la segunda vuelta del próximo domingo.

En ningún momento de la campaña Sarkozy ha superado en intención de voto a su contrincante y ahora solo le resta una semana para revertir la situación.

El presidente saliente apuesta muy fuerte por el debate que mañana concentrará a más de 20 millones de franceses ante sus televisores, una cita que aparece como el último cartucho de Sarkozy.

Aunque en el pasado el debate cambió poco la distribución de fuerzas entre los candidatos, este confía en que sus dotes de orador hagan “caer las máscaras”, como repite desde hace semanas.

Consciente de que el tiempo corre en su contra, el conservador no desaprovecha una ocasión para repetir sus mensajes.

Por otra parte, Sarkozy se ha querellado contra la página web Mediapart.fr, que informó de que en 2007 su campaña electoral contó con financiación del dictador libio Muamar Gadafi.

El candidato conservador denuncia a la web que reveló el supuesto apoyo de Gadafi a su campaña

 

Mientras, Hollande aprovechó la jornada de ayer para preparar el debate, Sarkozy mantuvo su agenda normal, con un mitin en Avignon.

El presidente saliente no dejará a sus rivales ni la jornada de hoy, la fiesta del trabajo, tradicional cita de los sindicatos que han sido muy críticos con su gestión. Temeroso de que la jornada se convirtiera en una celebración anti-sarkozista, el candidato convocó una gran manifestación frente a la torre Eiffel, donde aspira a concentrar a más de 50.000 simpatizantes. “El 1 de mayo no es patrimonio de nadie”, afirma Sarkozy, que aprovechará la jornada para contraponer el trabajo a la beneficencia.

Hollande ha preferido dejar el protagonismo a los sindicatos y pasará la jornada fuera de París, en un modesto acto de homenaje al ex primer ministro socialista Pierre Beregovoy, que se suicidó el 1 de mayo de 1993.

Pero París vivirá otro punto caliente de la mano del ultraderechista Frente Nacional, que celebrará la tradicional fiesta de Juana de Arco, un canto al nacionalismo francés y a los valores más profundos de la patria.

La manifestación, que se espera menos numerosa que la de los sindicatos y que el mitin de Sarkozy, despierta una atención particular porque en ella revelará su consigna de voto la presidenta del partido, Marine Le Pen, que recibió el respaldo de 6,4 millones de franceses en la primera vuelta, casi el 18% del total, la tercera candidatura más votada.

Sus votos parecen decisivos para la suerte de las presidenciales, sobre todo para Sarkozy, que necesita recuperarlos para recortar la ventaja de Hollande, por lo que en los últimos días repite mensajes dirigidos al electorado frontista. Todo apunta a que Le Pen se limitará a repartir críticas a diestro y siniestro y que, a título personal, anunciará su voto en blanco.

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