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lunes | 29 abril | 2024
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este miércoles que el Ministerio de Asuntos Exteriores tiene todo preparado para evacuar si fuera necesario a los compatriotas españoles que se encuentran en Sudán, donde continúan por quinto día consecutivo los enfrentamientos entre el Ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
En su comparecencia en el Congreso, Sánchez ha condenado la violencia que se está ejerciendo en este país africano y ha pedido que se consolide el proceso de transición y que cesen los enfrentamientos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores recomienda a todos los españoles que se encuentren en el país que permanezcan en sus casas o alojamientos y eviten todo desplazamiento al exterior e informa de que tanto el aeropuerto de Jartum como las fronteras terrestres están cerradas.
Además, la embajada de España en Jartum permanece cerrada al público, aunque su personal sigue trabajando para asistir a la colonia española en Sudán, según ha informado en su cuenta de twitter la delegación diplomática.
Una quincena de embajadas occidentales en Sudán, entre ellas la española, exigieron este miércoles al Ejército y al poderoso grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) que "pongan fin a las hostilidades de inmediato y sin condiciones", después de que el país entrara hoy en su quinto día de combates pese a una tregua en vigor.
Las misiones condenaron "en los términos más enérgicos" la continuación de los combates, que se saldaron hasta el momento con casi 300 civiles muertos y 3.000 heridos, así como los ataques dirigidos contra la población, diplomáticos extranjeros y actores humanitarios, según un comunicado conjunto.
"Los líderes militares de Sudán deben entablar un diálogo sin demora. Sus acciones en todo Sudán han puesto en peligro a innumerables personas y han hecho retroceder el llamado legítimo del pueblo sudanés a una transición democrática pacífica", indicaron en la nota.
Para ello, urgieron tanto al líder del Ejército, Abdelfatah al Burah, como al comandante paramilitar Mohamed Hamdan Dagalo -alias Hemedti- a "evitar nuevas escaladas, cesar las hostilidades, detener el movimiento de las fuerzas" con el objetivo de "iniciar conversaciones para resolver los problemas pendientes".
Las tensiones escalaron en Sudán la semana pasada, en medio de conversaciones para iniciar una transición democrática en el país que pusiera fin al golpe de Estado perpetrado conjuntamente por las FAR y el Ejército en 2021, que entonces depuso a un Gobierno civil surgido tras la llamada revolución sudanesa de 2019.
A pesar de que tanto Al Burhan como Hemedti se comprometieron con el proceso político y con la no injerencia de los militares en el Gobierno, ambos generales fueron incapaces de ponerse de acuerdo sobre cómo integrar a las FAR dentro del Ejército.
Eso desató una lucha de poder entre ambos, puesto que la creación de un Ejército unificado supondría la disolución de las FAR y, por ende, que Hemedti tuviera un papel secundario en los asuntos militares del país africano.
En este sentido, las misiones diplomáticas indicaron que "una solución integral y duradera de las diferencias entre el Ejército y las FAR es una prioridad urgente que solo puede lograrse mediante un diálogo político pacífico".
Sudán entró hoy en su quinto día de conflicto, a pesar de que las partes enfrentadas llegaron ayer a un acuerdo para establecer una tregua de 24 horas propuesta por Estados Unidos, aunque el armisticio nunca fue respetado.
Las FAR, por su parte, anunciaron hoy su intención de adherirse a una nueva tregua de un día que entraría en vigor este miércoles a las 18.00 hora local (16.00 GMT), a la espera del compromiso del Ejército.
