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lunes | 13 mayo | 2024
Los hechos tuvieron lugar en un complejo de cines de Viernheim, en el oeste de Alemania, donde un hombre con un arma larga y que daba la sensación de “perturbado” llegó a primera hora de la tarde y se atrincheró con varios rehenes después de disparar cuatro tiros al aire, según indicó el ministro del interior regional, Peter Beuth.
Inmediatamente, hasta allí se desplazaron las fuerzas especiales de la Policía que, tras constatar que había tomado a varias personas como rehenes, consiguieron abatirle y matarle, añadió Beuth en la rueda de prensa.
Posteriormente, la Policía informó de que todos los rehenes fueron liberados sanos y salvos. No hay que lamentar víctimas y al cierre de esta edición los motivos que movieron al atacante seguían sin conocerse.
Según informó la radio regional de Hesse, la Policía cree que los hechos no obedecen a motivos terroristas. Fuentes policiales indicaron al diario “Frankfurter Allgemeine Zeitung” que la situación está ya bajo control.
Las fuerzas especiales de la Policía se trasladaron rápidamente hasta el cine tras recibir la información de que se habían producido disparos usando un helicóptero para llegar desde Frankfurt.
Este suceso mantuvo en jaque a las fuerzas de seguridad alemanas durante el día de ayer, ya que en un primer momento saltaron las alarmas debido al estado de emergencia que se vive en Europa, al estar en el punto de mira de los terroristas del autodenominado Estado Islámico.
tarde de incertidumbre
Durante la tarde de ayer se divulgaron rumores de diversa índole. El rotativo local “Darmstadter Echo”, llegó a asegurar que podría haber entre 20 y 50 heridos, dato desmentido posteriormente por la Policía.
Aunque inicialmente fuentes policiales habían apuntado a que no se trataría de un acto terrorista, posteriormente el diario “Bild” informó de que junto al atacante se encontraron un cinturón de explosivos y una granada de mano, que van a ser analizados. Por el momento, no hay confirmación oficial de esta información. El “FAZ” informó también de que el atacante iba enmascarado, y habló de al menos cuatro disparos.
Finalmente todo quedó en un susto y no hay indicios de que esté relacionado con la amenaza del terrorismo yihadista.
Este suceso se une a una cadena de atentados que comenzó la semana pasada con la masacre en el Club Pulse de ambiente gay en Orlando y el posterior ataque a una pareja de policías franceses en Magnanville. Sin ir más lejos, el pasado martes, un perturbado sembró el pánico en el centro de Bruselas con un cinturón de explosivos falso que contenía “sal y galletas”. El sospechoso llamó a la Policía local belga para denunciar que había sido “secuestrado” por un vehículo y que después le habían dejado en la calle Neuve, con un cinturón explosivo listo para ser detonado “a distancia” por un tercero. Finalmente todo resultó ser un farol, pero consiguió activar un fuerte dispositivo de seguridad, al igual que sucedió ayer en Alemania.
