La lucha por el poder en Ucrania arrancó ayer con la carrera presidencial, mientras el Gobierno provisional pidió a la Corte Penal Internacional (CPI) que procese al depuesto presidente, Víktor Yanukóvich, por crímenes contra la Humanidad.
“Me presentaré al cargo de Presidente de Ucrania, ya que estoy firmemente convencido de que en Ucrania hay que cambiar las reglas de juego. Debe haber justicia. Estoy seguro de que esto es posible”, anunció Vitali Klitschkó, uno de los líderes de las protestas antigubernamentales.
El líder del partido UDAR (Golpe), que colgó recientemente los guantes cuando era campeón del mundo de boxeo en la categoría de pesos pesados, es considerado el opositor con más gancho electoral y además cuenta con el apoyo de Alemania, donde residió durante muchos años.
La campaña para las elecciones presidenciales del 25 de mayo comienza con la incógnita de si la ex primera ministra, Yulia Timoshenko, en libertad desde el sábado pasado, también concurrirá a los comicios.
De momento, Timoshenko aceptó la invitación de la canciller alemana, Angela Merkel, y viajar al país para someterse a tratamiento de la hernia discal que padece desde hace dos años.
Por otra parte, las consultas para la formación del Gobierno de Unidad Nacional se estancaron, lo que obligó al presidente interino, Alexandr Turchínov, a aplazar la votación hasta el jueves.
El líder del principal partido del país, Batkivschina (Patria), Arseni Yatseniuk, se perfila como el gran favorito a asumir el cargo de primer ministro. Yatseniuk, que abogó por integrar también en el Ejecutivo a los líderes de las protestas, destacó la importancia de que el Ejecutivo se forme con urgencia.