Más de mil personas murieron en EEUU por enfermedades derivadas de los atentados del 11-S

Más de mil personas murieron en EEUU por enfermedades derivadas de los atentados del 11-S
Casi 3.000 personas murieron el 11 de septiembre de 2011 debido a los atentados ep

La cifra de víctimas mortales de los atentados del 11 de septiembre de 2001 hace tiempo que se cerró en 2.996 (265 en los cuatro aviones secuestrados, 2.606 en las Torres Gemelas y 125 en el Pentágono), pero según el último balance de las autoridades desde los atentados han muerto 1.064 trabajadores de los servicios de emergencia por enfermedades derivadas.
La cifra, obtenida por el semanario “Newsweek”, recoge las muertes registradas hasta el mes de julio de 2016 y procede de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional. Además, se estima que hay unas 400.000 personas afectadas por enfermedades provocadas por los atentados.
“Mucha gente ni siquiera relaciona los síntomas que tienen a día de hoy con el 11 de Septiembre”, subraya el director del Registro Sanitario del World Trade Center, Mark Farfel.
El registro hace un seguimiento del estado de salud de más de 71.000 rescatistas y supervivientes que estuvieron en Manhattan el día de los atentados y los posteriores. Ahora, 15 años después de los atentados, los médicos están empezando a comprender por qué sigue muriendo gente. Con el hundimiento de las torres se generó una gran nube de productos cancerígenos que envolvió Manhattan.
“Nunca sabremos qué había en esa nube porque el viento se la llevó, pero la gente la respiraba, la comía”, explica el director del Programa de Salud del World Trade Center del Hospital Monte Sinaí, Michael Crane, que tiene unos 22.000 inscritos.
Sí se puede especular que en la nube había restos del combustible de los aviones quemado, plástico, metal, fibra de vidrio y amianto. En este último caso se ha demostrado que el material provoca cáncer y solo en la Torre Norte se estima que había 40 toneladas de amianto.

fibras de amianto
Las fibras del amianto son delgadas y ligeras, por lo que quedaron en suspensión en el aire durante mucho tiempo tras el hundimiento de las Torres Gemelas. Esas fibras son lo suficientemente delgadas como para ser respiradas y se alojan en la parte más recóndita de los pulmones.
Una vez dentro del organismo, está confirmado que el amianto o asbestos en inglés provoca asbestosis (fibrosis pulmonar), cáncer de pulmón y el mesotelioma (pleural o peritoneal); está asociado con otras neoplasias (carcinomas gastrointestinales o de laringe) y se sospecha que puede producir otros cánceres en riñón, ovario o mama. Hay que esperar entre 15 y 20 años a que pase el periodo de incubación del cáncer para saber su verdadero alcance.
Días después de los atentados, empezaron a llegar trabajadores de los servicios de emergencia al Hospital Monte Sinaí de Nueva York por heridas menores y problemas respiratorios por haber inhalado el polvo levantado tras el hundimiento de las Torres Gemelas. Pronto se acuñó el término “tos del World Trade Center”.
“Los síntomas eran terribles. De repente se despertaban porque no podían respirar”, relata el doctor Michael Crane, director del Programa de Salud del World Trade Center del hospital Monte Sinai.

Más de mil personas murieron en EEUU por enfermedades derivadas de los atentados del 11-S

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