La división entre los egipcios deriva en una batalla campal que deja dos víctimas mortales

La división entre los egipcios deriva en una batalla campal que deja dos víctimas mortales
Partidarios y detractores de Mursi se pelean ante el Palacio Presidencial EFE/Khaled Elfiqi

El pulso entre los partidarios y detractores del presidente egipcio, Mohamed Mursi, culminó ayer en una batalla campal en los alrededores del Palacio Presidencial en El Cairo que deja al país ante un escenario sombrío e incierto.

Al menos 211 personas resultaron heridas en las refriegas, según informó el Ministerio de Sanidad, aunque fuentes policiales indicaron que también se registraron dos muertos, un hombre y una mujer, una información no confirmada oficialmente.

Los manifestantes de ambos bandos se enfrentaron cuerpo a cuerpo y se lanzaron cócteles molotov, piedras y botellas vacías en las calles aledañas a la sede de la Presidencia, en el acomodado barrio de Heliópolis.

Esta zona se convirtió en un reguero de ambulancias, jóvenes corriendo, pequeños incendios causados por los cócteles molotov y destrozos en tiendas y vehículos.

Tras la multitudinaria manifestación de la víspera contra el jefe de Estado en esta zona, los islamistas decidieron responder hoy con protestas de apoyo a las últimas decisiones de Mursi.

Por su parte, los líderes de la oposición no islamista en Egipto afirmaron ayer que continuarán su “lucha” hasta que Mursi no revoque su decisión de blindarse frente a la ley y de someter a referéndum la Constitución.

En una tensa rueda de prensa, el premio nobel de la paz Mohamed el Baradei, el exsecretario general de la Liga Árabe Amro Musa y el excandidato presidencial izquierdista Hamdin Sabahi, acompañados de otros dirigentes, señalaron que el “régimen, autoritario y represivo, pierde legitimidad día a día”.

 

calma

Mientras, el primer ministro egipcio, Hisham Qandil, pidió ayer a “todos los manifestantes” en torno al Palacio Presidencial que abandonasen la zona de inmediato para que se facilitase el regreso de la calma.

Qandil reclamó la vuelta a la tranquilidad “para dar la oportunidad a los esfuerzos que se están llevando a cabo actualmente, para comenzar un diálogo nacional y salir de la crisis política actual”.

Por otro lado, dos sedes del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, fueron incendiadas en Ismailiya y Suez (noreste de Egipto) por manifestantes contrarios a Mursi.

Según explicó la cofradía islámica en su Twitter, una oficina en Suez del Partido Libertad y Justicia (PLJ, brazo político de la Hermandad) fue “atacada y destrozada por los manifestantes”.

 

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