Israel asegura que fue un líder palestino quien convenció a Hitler de exterminar a los judíos

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, desató ayer la polémica tras afirmar que la idea del exterminio de los judíos se la sugirió a Adolf Hitler el entonces muftí de Jerusalén, Haj Amin al Husseini, porque el dirigente nazi solo tenía intención de expulsarles.
“Hitler no quería exterminar a los judíos entonces, quería expulsar a los judíos. Y Haj Amin al Husseini fue a ver a Hitler y le dijo: ‘Si les expulsas, todos intentarán venir aquí (a Palestina)’”, aseveró Netanyahu durante un discurso ante el Congreso Mundial Sionista en Jerusalén, en referencia al encuentro entre Hitler y el muftí en noviembre de 1941.
A continuación, según relató Netanyahu, Hitler le preguntó: “¿Qué debería hacer con ellos?” a lo que el muftí le replicó: “Quemarlos”.
Las declaraciones del primer ministro desencadenaron una ola de reacciones en Israel, sobre todo en las redes sociales, pese a que ya había hecho una denuncia similar en un discurso ante la Knesset en 2012. Entonces describió a Al Husseini como “uno de los principales arquitectos” de la solución final.
Aunque la idea de que Al Husseini fue uno de los promotores del exterminio de los nazis ha sido sugerida por varios historiadores, la mayoría de los expertos rechazan esta versión.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, reprochó a Netanyahu sus “mentiras” sobre el Holocausto. Según Abás, Netanyahu pretende con este tipo de polémicas “evitar” su responsabilidad en el respeto de derechos de los palestinos. 
El presidente de la Autoridad Palestina instó al pueblo israelí a “responder” a las “mentiras” de su primer ministro “sobre el nazismo y el Holocausto”.
Mientras, el Gobierno de Alemania subrayó que la “responsabilidad” del Holocausto contra la comunidad judía es “alemana” y descartó que existan razones para “cambiar la visión de la historia”.
Por otro lado, la canciller de Alemania, Angela Merkel, afirmó ayer ante Netanyahu, con quien se reunión en Berlín, que los asentamientos judíos en Cisjordania son un elemento “contraproducente” para lograr la paz en la zona.