El intérprete del funeral de Mandela fue acusado de violación y asesinato

El intérprete del funeral de Mandela fue acusado de violación y asesinato
Una mujer se echa a llorar tras dar su último adiós a Mandela en su capilla ardiente efe

El intérprete de lenguaje de signos del servicio religioso de Nelson Mandela, que según la Federación de Sordos de Sudáfrica es “falso”, fue acusado de asesinato en 2003. Thamsanqa Jantjie, quien está recibiendo tratamiento para la esquizofrenia, también fue acusado anteriormente de los delitos de violación en 1994, robos y asaltos a domicilios en 1995 y 1997, y secuestro en 2003, año en que también fue denunciado por asesinato.
El supuesto intérprete, de 34 años, alegó que sufrió un episodio esquizofrénico que le distrajo durante las traducciones de las intervenciones de los jefes de Estado en el oficio religioso de Mandela en Johannesburgo el pasado martes.
Muchos de los cargos a los que se enfrenta fueron retirados tras alegar que sus problemas mentales le impedían ser juzgado. Jantjie fue absuelto de la acusación de violación, pero fue declarado culpable de robo, por el que fue condenado a tres años de prisión, aunque no está claro si cumplió la condena.
Mientras, a la pena de los sudafricanos por despedir a Nelson Mandela se sumó ayer a la rabia de miles de ellos, que esperaron en vano durante todo el día para ver por última vez a su héroe nacional. El aluvión de gente llegada ayer a Pretoria, donde se ha instalado la capilla ardiente del expresidente sudafricano durante los últimos tres días, desbordó todas las previsiones y capacidad de las autoridades locales.
Solo tres horas después de la apertura al público del velatorio, la Policía de Pretoria decidía cerrar los accesos al recinto gubernamental donde yacía el féretro de Mandela.
Tras las vallas del Tshwane Events Centre, uno de los principales puntos de recogida de los asistentes en la capital, podían escucharse gritos y protestas contra los agentes. La frustración compartida desató una estampida que enfiló el camino hacia la colina donde se levanta el edificio del Gobierno.
Mientras el público intentaba forzar su entrada, una niña de siete años cayó al suelo y por poco termina aplastada por la muchedumbre descontrolada, aunque pudo ser rescatada sana y salva.
Las instalaciones, cerradas antes del mediodía, volvieron a abrirse al público por la tarde, cuando el gentío rompió el cerco policial por un momento, antes de restablecerse el control de los accesos.

El intérprete del funeral de Mandela fue acusado de violación y asesinato

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