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jueves | 25 abril | 2024
El Ministerio de Sanidad de Egipto informó ayer de que al menos 150 personas murieron y 1.403 resultaron heridas en los enfrentamientos ocurridos en varias provincias del país.
La violencia comenzó después de que la Policía lanzara a primera hora de la mañana de ayer una operación para desmantelar las acampadas de protesta de los seguidores del depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi en las plazas de Rabea al Adauiya y de Al Nahda, en El Cairo.
En El Cairo al menos 49 personas perdieron la vida y 423 fueron heridas en la plaza de Rabea al Aduiya y sus inmediaciones, y en la zona de Heluán. El número de fallecidos en el resto de provincias asciende a 100 y el de heridos, a 980.
También, al menos 43 agentes de seguridad murieron en los choques, según el ministro egipcio de Interior, Mohamed Ibrahim, quien señaló que las dos acampadas en El Cairo fueron “totalmente disueltas”.
Por su parte, el primer ministro egipcio, Hazem el Beblaui, aseguró que la policía demostró en esta jornada “la máxima contención”, ello a pesar de los muertos que, según las cifras oficiales, se han producido.
Por otra parte, el vicepresidente egipcio de Relaciones Internacionales, Mohamed el Baradei, renunció ayer al cargo, tras los violentos disturbios de las últimas horas en el país, en una carta dirigida al jefe de Estado interino, Adli Mansur.
“Presento mi dimisión del puesto de vicepresidente y pido a Dios el Altísimo que preserve nuestro querido Egipto de todo lo malo, y que cumpla las esperanzas y aspiraciones de pueblo”, explicó El Baradei.
Entretanto, el Gobierno egipcio decretó el estado de emergencia y el toque de queda, en un intento de impedir que el caos se extienda por el país.
Sin embargo, con los accesos cortados hacia la acampada en la plaza de Rabea al Adauiya, manifestantes islamistas marcharon enfurecidos a ese mismo punto, cuyo desalojo volvió a poner a Egipto en un callejón de difícil salida.
asaltos a iglesias
Asímismo, varias iglesias fueron atacadas en Egipto, la mayoría en el sur del país, durante los disturbios.
Por otra parte, y mientras Italia pide a sus ciudadanos que limiten sus viajes a Egipto a los complejos turísticos del mar Rojo y la costa norte del país, el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, exigió el cese “inmediato” de la violencia en Egipto, e hizo un llamamiento al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y a los principales socios de Francia, para que se adopte “con urgencia una postura internacional” ante esta crisis.
