Galicia rinde homenaje al primer soldado español muerto en Normandía

Galicia rinde homenaje al primer soldado español muerto en Normandía
GRA203. SANTIAGO DE COMPOSTELA, 06/06/2014.- El capitán del ejército, Villanueva y los familiares de Manuel Otero Martínez durante el homenaje que le han realizado en el cementerio de Sabardes en el mucipio coruñés de A

Galicia rindió ayer un homenaje al primer soldado español fallecido en el desembarco de Normandía en 1944, el coruñés Manuel Otero, un héroe sencillo y desconocido que sacrificó su vida a favor de la libertad en una de las operaciones más destacadas de la Segunda Guerra Mundial.
El desembarco de Normandía, del que ayer se cumplieron 70 años, está considerado como el principio del fin de la II Guerra Mundial en suelo europeo, y Manuel Otero falleció en el primero de los desembarcos, que se produjeron en la costa francesa.
Su historia permaneció en la penumbra durante todo este tiempo, hasta que el azar decidió jugar su particular carta en esta partida. Hace apenas ocho meses, una de sus sobrinas, Gema Martínez, decidió “poner en orden” la casa familiar para rehabilitar algunas zonas.
Contactó con el Museo Militar de A Coruña para consultar si querían el baúl de zinc, transformado en caja mortuoria, en el que vino conservado el cuerpo de su tío desde el cementerio estadounidense hasta tierras coruñesas, cuatro años después de su fallecimiento en ese acontecimiento histórico.

Investigación
Fue entonces cuando empezó una investigación, a través del número identificativo de la placa del baúl, pesquisa que obtuvo una conclusión: Manuel Otero era el primer gallego, y también español, fallecido en el desembarco de Normandía.
Manuel Otero (Outes, 1916) era marinero de profesión, hasta que con tan solo 20 años, las circunstancias empezaron a encauzar su destino. Estaba embarcado como mecánico en una nave de la marina mercante, hecho por el que luchó en la Guerra Civil Española en el bando republicano, resultando herido de gravedad, en un pulmón y en un brazo, durante el transcurso de la batalla de Brunete.
Después de siete meses de recuperación y tras la desmovilización, volvió a su casa natal, pero los vencedores del conflicto, implacables en la persecución de los republicanos durante los años siguientes a la finalización de la guerra, abrieron contra él un proceso de batida, por lo que decidió emprender una nueva aventura que, sin saberlo, marcaría el devenir de su vida.
Este enigmático soldado embarcó en un buque rumbo a Estados Unidos, donde llegó en el año 1941, y dos años después se alistó como voluntario en el Ejército Americano, siendo asignado al 16º Regimiento de la 1ª División de Infantería, la famosa ‘Big Red One’, destinada a desembarcar en la playa de Omaha en el conocido sector Doc Green.
Manuel Otero podía ser el perfecto protagonista del afamado y célebre filme de Steven Spielberg, “Salvar al Soldado Ryan”, al ser uno de los primeros en subir a bordo alrededor de las seis de la madrugada en una barcaza y en unas características ideales, pero buscadas y premeditadas: el ascenso de la marea y en época de luna llena.

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