El fiscal general designado por Trump se desmarca del Ku Klux Klan ante el Senado de EEUU

El fiscal general designado por Trump se desmarca del Ku Klux Klan ante el Senado de EEUU
Jeff Sessions, ante la comisión del Senado REUTERS/Kevin Lamarque

El senador republicano Jeff Sessions se desmarcó ayer del Ku Klux Klan (KKK) ante la Comisión de Justicia de la Cámara Alta de Estados Unidos y defendió su candidatura al Departamento de Justicia, en una sesión que comenzó con polémica por la interrupción de varias personas gritando consignas. 
El presidente electo de EEUU, Donald Trump, propuso a Sessions como fiscal general, a pesar de las polémicas posturas del senador en materia de derechos civiles o inmigración. En 1986, fue vetado como juez federal por supuesto racismo, entre otras razones por llamar “chico” a un fiscal negro. Unos pocos minutos antes del inicio de la sesión, manifestantes vestidos como miembros del Ku Klux Klan comenzaron a increpar a Sessions, al que pidieron que “devolviese a los blancos al Sur”. También se registraron gritos en sentido contrario: “No al KKK, no a Trump”.
La seguridad del Capitolio intervino para evacuar a estas personas, aunque el mensaje se terminó colando en el discurso de Sessions. El senador reiteró que considera al Ku Klux Klan una “ideología de odio”. “Me conocéis. Sabéis en lo que creo. Sabéis que soy un hombre de palabra y que haré lo que digo”, defendió Sessions en sus primeras palabras ante sus compañeros. El senador subrayó su compromiso con la Constitución y el Estado de Derecho y abogó por una justicia “justa, imparcial y equitativa” para todos.
La principal senadora demócrata, Dianne Feinstein, admitió que se trata de un debate “difícil” por la relación personal que le une con Sessions, miembro del comité que ahora debe analizarlo, pero criticó la agenda “extremadamente conservadora” del candidato a fiscal general. Feinstein habló de “miedo” para referirse a las políticas que podría adoptar la Administración de Trump, especialmente entre la comunidad afroamericana.
Las audiencias de confirmación en el Senado esta semana de los designados por Donald Trump para los principales cargos supondrán una prueba para demostrar su capacidad de trabajar con los republicanos en el Congreso con el fin de sacar adelante su agenda.
El reto de Trump es lograr que los 52 senadores republicanos en la Cámara, que cuenta con 100 escaños, se mantengan unidos para confirmar a los miembros de su Gabinete con el fin de que pueda haber una transición de poder tranquila entre el magnate y el actual presidente, Barack Obama, el próximo día 20. n

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