Estados Unidos enviará una delegación a Turquía en el marco de la investigación sobre Gulen

Funcionarios de los departamentos de Estado y de Justicia de Estados Unidos viajarán a Ankara para examinar la orden de extradición solicitada por las autoridades turcas contra el clérigo Fetulá Gulen, exiliado en Pensilvania y a quien acusan de instigar el fallido golpe de Estado del pasado mes de julio contra el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
“Podemos confirmar que vamos a enviar a una delegación de representantes y hemos ofrecido una ronda de consultas al Gobierno turco”, según dijeron fuentes del Departamento de Justicia estadounidense bajo condición de anonimato.
La fecha exacta de la visita no se ha dado a conocer, pero podría tener lugar antes de la llegada a Ankara del secretario de Estado de EEUU, John Kerry, el próximo miércoles. Precisamente el pasado martes, Kerry y el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, discutieron por teléfono la extradición del influyente clérigo. Fuentes diplomáticas citadas por el diario turco “Daily Sabah” informaron de que Kerry y Cavusoglu habían hablado sobre la entrega de Gulen en la conversación telefónica que mantuvieron el martes de cara a la visita del vicepresidente estadounidense, Joe Biden, a Turquía. El pasado jueves, Biden aseguró al primer ministro turco, Binali Yildirim, en otra charla por teléfono, que Estados Unidos “trabajaría” con Turquía en la extradición de Gulen.
El Gobierno turco reclamó a la Casa Blanca la extradición de Gulen, exiliado desde hace años en Estados Unidos, argumentando que es el cerebro de la asonada militar. Washington rehúsa enviarlo hasta que Ankara presente “pruebas sólidas”.
Kerry y Cavusoglu también abordaron otros asuntos, como la liberación de la ciudad siria de Manbij, que llevaba dos años en manos del Estado Islámico, y la situación en Alepo.
Por otro lado, las autoridades turcas solicitaron a Alemania que inicie 40 registros y acepte tres órdenes de extradición contra simpatizantes de Gulen.
Estas solicitudes se enmarcan dentro de la ofensiva total del Gobierno turco contra el clérigo y su red de afiliados –que Ankara describe como “una estructura de poder paralela” contra Erdogan–, y que ha llevado a la suspensión de miles de agentes de Policía, soldados, funcionarios, jueces y profesores por su presunta relación con el religioso.
Ahora, el Servicio Secreto de Turquía ha solicitado a la Agencia de Inteligencia Exterior de Alemania cualquier tipo de ayuda que puedan prestar a la hora de detener a los simpatizantes de Gulen, e incitar a los diputados para que ejerzan su influencia en el Parlamento alemán.