Elevan a 94 los yihadistas muertos por la bomba de EEUU lanzada en Afganistán

Elevan a 94 los yihadistas muertos por la bomba de EEUU lanzada en Afganistán
Un oficial de seguridad afgano revisa los daños causados por la bomba GBU-43 | GHULAMULLAH HABIBI (Efe)

El Ministerio de Defensa de Afganistán elevó a 94 el número de integrantes del Estado Islámico (EI) muertos por la explosión de la bomba GBU-43/B arrojada por Estados Unidos el pasado jueves contra un sistema de cuevas y túneles que los yihadistas empleaban en la localidad afgana Achin (provincia de Nangarhar, en el este del país centroasiático).

La nota identificó a los líderes del EI fallecidos como Abubakr, Hamza, Shahid Omar y Walkan Isama en una operación en la que además fueron destruidas cuatro cuevas utilizadas como refugio por los combatientes.

Además, varios depósitos de munición de los terroristas y una decena de viviendas fueron destruidas en el ataque, que no dejó víctimas civiles, según el ministerio. La bomba fue arrojada contra túneles y personal del Estado Islámico en la localidad de Achin desde un avión MC-130 comandado por un cuerpo de operaciones especiales de la Fuerza Aérea.

Tanto el Ministerio de Defensa afgano como el contingente de EEUU en Afganistán incidieron en que el ataque no causó víctimas civiles, pues, según su versión, la única familia que vivía cerca de la base del EI fue desalojada horas antes del bombardeo.

El Estado Islámico lo niega
El Estado Islámico, por contra, niega que el ataque haya causado baja alguna entre sus filas, según un comunicado recogido por su portal de propaganda, Amaq. “Fuentes de seguridad del Estado Islámico desmienten que el ataque que América ejecutó el jueves en Achin haya causado muertos o heridos”, según la nota.

El expresidente de Afganistán, Hamid Karzai, declaró que el actual Gobierno afgano es un conjunto de “traidores” por permitir que Estados Unidos lanzara el pasado jueves en el este del país lo que se trata de la bomba no nuclear más potente jamás usada en combate.
El antiguo mandatario, designado durante la invasión norteamericana de 2001 y después vencedor en los comicios de 2004, anunció además que deja de reconocer la legitimidad del actual Ejecutivo y su decisión de comenzar a trabajar para “deshacerse de la presencia estadounidense en Afganistán”.

“El bombardeo es un insulto a Afganistán y Estados Unidos ha empleado como excusa al Estado Islámico”, dijo el expresidente.
“Si el Gobierno afgano ha dado su aprobación, se trataría de un acto de traición”, añadió. Las propias autoridades afganas reconocieron previamente que dieron permiso para efectuar el bombardeo. De hecho, el actual presidente del país, Ashraf Ghani, avaló el uso por parte de Estados Unidos de la conocida como “madre de todas las bombas”, y destacó que se tomaron “precauciones” para evitar víctimas civiles.
Por otro lado, el general John W. Nicholson, comandante de las tropas estadounidenses en Afganistán, aseguró que la bomba GBU-43 era el arma correcta.

“Era el arma correcta contra el objetivo correcto”, indicó. Añadió que la bomba, de 10 toneladas y una de las más potentes del arsenal convencional de EEUU, es “un arma efectiva”. l

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