El Ejército de Turquía bombardea en Siria posiciones del Estado Islámico

El Ejército turco bombardeó ayer posiciones del grupo terrorista Estado Islámico en Siria después de que dos proyectiles de mortero lanzados desde el otro lado impactasen en una localidad fronteriza turca.
En concreto, el Ejército turco lanzó 40 proyectiles contra 40 objetivos del Estado Islámico dentro de territorio sirio. 
Los dos proyectiles de mortero alcanzaron la localidad de Karkamis, sin provocar víctimas, y fueron disparados aparentemente en un enfrentamiento entre rebeldes sirios y milicianos del Estado Islámico.
Karkamis se encuentra junto a la localidad siria de Jarablus, que los rebeldes sirios respaldados por Turquía se disponen a atacar con el fin de arrebatársela al Estado Islámico, según reveló un destacado líder rebelde.
El incidente se produce después de que el lunes el Ejército turco bombardeara con su artillería al Estado Islámico en Jarablus, una localidad situada a tan solo 40 kilómetros de Manbij que el Estado Islámico comenzó a evacuar la semana pasada ante el temor a ser sitiado por las fuerzas rebeldes. Además, el Ejército turco bombardeó posiciones de las Unidades de Protección Popular (YPG) –brazo armado del principal partido kurdo de Siria– en los alrededores de la ciudad de Manbij, bajo control de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), una alianza rebelde de la que forman parte las YPG.
Precisamente ayer, el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, aclaró que el país dará “todo el apoyo” a las operaciones militares en la localidad siria de Jarablus para expulsar a los terroristas del Estado Islámico.  “Proporcionaremos todo el apoyo a la operación en Jarablus”, dijo Cavusoglu.
Por su parte, el viceprimer ministro de Turquía, Numan Kurtulmus, consideró “natural” que el Gobierno de Bashar al Asad participe en las negociaciones de paz sobre Siria, rebajando así el tono de las habituales críticas entre Ankara y Damasco.
Por otro lado, Turquía pidió formalmente a Estados Unidos la extradición del influyente clérigo Fetulá Gulen, al que acusa del fallido golpe de Estado lanzado el pasado 15 de julio, pero no por cargos relacionados con la asonada militar. 
El portavoz de la diplomacia estadounidense, Mark Toner, confirmó la solicitud, y aclaró que las razones esgrimidas por el Gobierno turco tienen que ver con acusaciones anteriores a la intentona golpista.