Decenas de manifestantes chiíes asaltan el Parlamento iraquí para reclamar el fin de la corrupción

Decenas de manifestantes chiíes asaltan el Parlamento iraquí para reclamar el fin de la corrupción
Followers of Iraq's Shi'ite cleric Moqtada al-Sadr are seen in the parliament building as they storm Baghdad's Green Zone after lawmakers failed to convene for a vote on overhauling the government, in Iraq April 30, 2016. REUTERS/Ahmed Saad

Los simpatizantes del clérigo chií Muqtada al Sadr alcanzaron ayer la oficina del primer ministro iraquí, Haider al Abadi. Decenas de manifestantes, que exigían cambios en el Gobierno para atajar la corrupción, irrumpieron en la Zona Verde, la zona de máxima seguridad de la capital iraquí, donde se encuentra la sede de las principales instituciones iraquíes y las embajadas extranjeras. 
Nada más penetrar en la zona, los manifestantes entraron en el Parlamento y se tomaron fotografías pacíficamente. Mientras, el Ejército desplegó unidades de las fuerzas especiales para proteger las principales sedes bancarias de la ciudad. La sede de la ONU en Bagdad informó de que mantenía su actividad, pero las puertas estaban cerradas al parecer para garantizar la seguridad del personal.
El diputado Awad Awadi se sumó a los manifestantes en el Parlamento. “Hoy es el día en el que todos los iraquíes y los diputados esperamos la decisión de la gente sobre el futuro de nuestro país”, afirmó Awadi.
Durante la marcha se corearon consignas como “pacífico, pacífico”, mientras algunos manifestantes se encaramaron al muro de hormigón que rodea la Zona Verde. Miles de simpatizantes más permanecieron fuera de la Zona Verde.
Al Sadr había criticado a las autoridades por reprimir al Movimiento Al Sadr, de carácter reformista. “Estamos esperando una revolución popular que aplaste la corrupción en el país. Nuestra revolución contra la corrupción es pacífica y seguirá siendo así hasta el final”, afirmó. 
Al Abadi pretende cambiar a algunos ministros por tecnócratas para combatir la corrupción, pero los partidos han expresado sus dudas ante la iniciativa y no están dispuestos a respaldarla en el Parlamento. El propio Al Abadi advirtió de que nuevos retrasos podrían dificultar el combate contra el Estado Islámico. 
Por otro lado, al menos 24 personas murieron y 38 resultaron heridas ayer por la explosión de un coche bomba en el sureste de la capital, Bagdad. El atentado fue perpetrado en un mercado del barrio de Nahrawan, al paso de un grupo de peregrinos chiíes, por un terrorista suicida al volante del vehículo.

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