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viernes | 19 abril | 2024
La detención en Venezuela del último de los grandes jefes paramilitares colombianos, Héctor Germán Buitrago Parada, supone el fin de la “era de los Buitrageños”, anunció ayer el director de la Policía Nacional, general Óscar Naranjo.
Sobre “Martín Llanos” pesan once órdenes de captura por delitos como homicidio agravado, reclutamiento ilícito, desaparición forzada, secuestro extorsivo, tortura contra una persona protegida, tráfico de estupefacientes y terrorismo, entre otros, según el Gobierno.
El general Naranjo dijo en una rueda de prensa que los servicios de inteligencia de Colombia buscaban desde hace años al jefe paramilitar, huido del país, y que el último año centraban su localización directamente en Venezuela.
“Por eso destacamos que la cooperación que la Oficina Nacional Antidrogas (venezolana), en este caso de manera muy diligente y eficaz, logra desmantelar, acabar con esa era de Los Buitragueños”, subrayó el oficial.
Junto a “Martín Llanos”, alias con el que era conocido, las autoridades venezolanas anunciaron el lunes la detención el pasado sábado de su hermano Nelson Buitrago Parada, alias “Caballo”.
Los Buitrago pertenecen a un clan familiar con trayectoria armada que se conoció en un principio como Los Buitragueños y con asiento en territorios del este del país, entre ellos los departamentos del Casanare y Vichada, este último fronterizo con Venezuela.
“Martín Llanos” encabezó las llamadas Autodefensas Campesinas del Casanare (ACC), grupo paramilitar que se marginó del proceso de diálogo que llevó al desarme de unos 30.000 ultraderechistas de la organización Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en 2006 durante el mandato del presidente Álvaro Uribe.
Con dicha facción, “Martín Llanos” defendió sus intereses de narcotráfico y mantuvo una cruenta guerra con rivales y contra agentes del Estado que, según la Policía colombiana, dejó más de un millar de muertos, entre ellos una comisión de once funcionarios judiciales en una emboscada en el departamento del Meta en octubre de 1997, según las autoridades. El propio presidente colombiano, Juan Manuel Santos, resaltó el lunes en una declaración a periodistas en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo en Bogotá, la importancia de ambas detenciones al considerar que “Martín Llanos” era uno de los jefes paramilitares y narcotraficantes más buscados.
