Un obús disparado desde Siria cayó ayer cerca de un pueblo de la provincia fronteriza de Hatay, aunque sin hacer explosión.
El proyectil aterrizó a escasa distancia de la comisaría de Ziyaret, una aldea situada a pocos centenares de metros de la frontera turca y a una decena de kilómetros del pueblo de Hacipasa, donde en las últimas dos semanas cayeron varios obuses, y a una distancia similar del campamento de refugiados de Bohsin.
Las fuerzas de seguridad turcas se prepararon para desactivar el obús mientras que desde los vehículos militares y la mezquita se llamaba a los vecinos a permanecer dentro de sus casas.
Por otra parte, la ONU y la Liga Árabe hicieron ayer un llamamiento al régimen sirio de Bachar al Asad y a los rebeldes opositores para que acepten la propuesta del mediador internacional, Lajdar Brahimi, de un alto el fuego y cese de las hostilidades en durante la festividad musulmana de Aid al Adha (Fiesta del Sacrificio).