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viernes | 19 abril | 2024
El mediador internacional para Siria, Lajdar Brahimi, advirtió hoy en la ONU de que la posible convocatoria de elecciones presidenciales en Siria pondría fin al incipiente proceso de diálogo entre el Gobierno y la oposición.
"Si hay elecciones, sospecho que la oposición, toda la oposición, no estará interesada en hablar con el Gobierno", afirmó Brahimi en unas declaraciones tras reunirse con el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Brahimi señaló que, aunque no hay aún una declaración oficial sobre una posible convocatoria, en Damasco "hay muchas actividades que parecen indicar que habrá una elección".
El mediador señaló dentro de la reunión que los planes para celebrar elecciones presidenciales en los próximos meses son "incompatibles" con el proceso de Ginebra, según explicó tras la reunión la presidenta de turno del Consejo de Seguridad, la embajadora luxemburguesa Sylvie Lucas.
El diplomático argelino, que es el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para la guerra civil siria, expuso a los quince miembros del Consejo la situación crítica que vive el conflicto (que comenzó en marzo de 2011) y "el sufrimiento del pueblo sirio".
Brahimi indicó que espera que haya una nueva fase de conversaciones, un proceso Ginebra 3, incluso confesó estar "decepcionado por los resultados bastante modestos" de la segunda ronda de negociaciones, que concluyó el 15 de febrero sin que hubiese acuerdo entre las partes.
Lucas reconoció que los países del Consejo (entre los que está Rusia, que mantiene su apoyo al régimen de Damasco) no pudieron ponerse de acuerdo en una declaración conjunta tras la sesión de hoy.
El embajador sirio ante la ONU, Bashar Jafari, no precisó si habrá o no elecciones en su país, pero aclaró que la ley electoral que estudia actualmente el Parlamento en Damasco es "una ley general" que se refiere tanto a comicios presidenciales como legislativos o municipales.
Jafari dijo que en la reunión de hoy "finalmente" algunos países miembros "reconocieron la presencia de terroristas en Siria", y señaló que han llegado de países como Lituania o Burkina Faso.
Al menos 146.065 personas han fallecido, entre ellas 50.394 civiles, según el recuento hecho público hoy por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que contabiliza la primera muerte el 18 de marzo de 2011 en la provincia meridional de Deraa.
