Los bombardeos de las fuerzas del Gobierno sirio destruyen los principales hospitales de Alepo

Los bombardeos de las fuerzas del Gobierno sirio destruyen los principales hospitales de Alepo
People inspect damage in Omar Bin Abdulaziz hospital, in the rebel-held besieged area of Aleppo, Syria November 19, 2016. REUTERS/Abdalrhman Ismail

Los siete hospitales del este de la ciudad siria de Alepo han dejado de funcionar a consecuencia de la última ola de bombardeos de las fuerzas aéreas sirias que comenzó el pasado martes y que ha costado la vida de al menos 150 personas en esta zona controlada por los rebeldes opuestos al Gobierno del presidente, Bashar al Assad, según los rebeldes. 
Hasta ahora se tenía conocimiento de que funcionaban al menos cuatro de los siete hospitales operativos en la zona pero ahora el colapso es total, según informó el Directorio de Salud para el este de Alepo, bajo control insurgente, a través de un comunicado.
“La destrucción de estas infraestructuras, esenciales para la vida, han dejado a los asediados –entre ellos niños, ancianos y mujeres– sin ningún tipo de instalación que pueda salvarles. Les han dejado a su suerte, para que mueran”, según la nota. 
Si bien organizaciones como el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos no han constatado todavía que todos los hospitales hayan sido abandonados, sí que avisan de que la población está aterrorizada porque varios de los ataques aéreos, según los residentes, iban específicamente destinados contra estas instalaciones. El Ejército sirio y su aliado, Rusia, niegan categóricamente que esto sea así. De hecho, y al inicio de la operación, el pasado martes, la televisión estatal siria, en nombre del Ejército, indicó que los bombardeos tenían como único objetivo los arsenales que los rebeldes mantienen en esta zona de la ciudad, que mantienen bajo su control. 

CONDENA ENÉRGICA
La asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Susan Rice, exigió ayer el cese inmediato de los bombardeos de las fuerzas del Gobierno sirio sobre los hospitales del este de la ciudad de Alepo, bajo control rebelde, después de que la Organización Mundial de la Salud confirmara que las siete instalaciones médicas de la zona –entre ellas un hospital infantil– han quedado inutilizadas. 
“Estados Unidos condena en los términos más enérgicos estos horribles ataques contra las infraestructuras médicas y los trabajadores humanitarios”, hizo saber Susan Rice a través de un comunicado. 
“No hay excusa que valga para estas acciones horrendas y Estados Unidos exige una vez más el cese inmediato de los bombardeos”, hizo saber Rice, quien pedió a Rusia –aliada del régimen sirio– que actúe inmediatamente para “desactivar la violencia y facilitar el acceso a la ayuda humanitaria internacional”. n

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