Berlín advierte a Londres del riesgo de no tener un acceso total al mercado único

La canciller alemana, Ángela Merkel, declaró ayer que el Reino Unido no puede obtener concesiones sobre la libertad de movimiento de personas y a la vez mantener acceso total al mercado único europeo, ya que si no otros países querrán lo mismo.
El Reino Unido, que está en proceso de abandonar la Unión Europea, encara el reto de asegurarse un nuevo tratado de comercio con la UE mientras Londres busca a la vez tener más control sobre la inmigración desde el bloque, con lo que incumpliría el principio de libertad de movimientos clave para acceder al mercado único.
“Si comienzo a hacer concesiones sobre la libertad de movimiento, luego otro país vendrá y dirá: no quiero tantos trabajadores búlgaros y rumanos”, dijo Merkel en una conferencia a las juventudes de su partido democristiano (CDU) en Paderborn, Renania del Norte-Westfalia. “Y entonces un tercer país vendrá y veremos que pronto todos estaremos cerrando nuestras fronteras otra vez y no habrá ninguna libertad y ya no será Europa”, añadió Merkel.
La mandataria alemana destacó que el acceso del Reino Unido al mercado único depende de que Londres acepte las cuatro libertades de la UE, incluida la de movimiento de personas. “Si el Reino Unido dice que no, no podrá lograr acceso total al mercado único europeo”, declaró.
Por otro lado, Merkel anunció su intención de cumplir con los mínimos de gasto militar acordados en la OTAN, con lo que incrementaría el gasto en Defensa del 1,2 por ciento del PIB actual hasta el 2 por ciento. “Para pasar del 1,2 por ciento al 2 por ciento tendremos que incrementarlo mucho”, afirmó Merkel.
Sin embargo, Merkel no especificó el incremento concreto ni el plazo en el que será efectivo. La propia canciller explicó que el presidente estadounidense, Barack Obama, le ha dicho que Estados Unidos no puede seguir gastando el 3,4 por ciento del PIB en seguridad, mientras Alemania, uno de los principales aliados de la OTAN, gasta el 1,2 por ciento.
El último presupuesto estatal incluye una partida de Defensa de 34.300 millones de euros, por lo que si cumple su propósito, este gasto se incrementará en más de 20.000 millones.
Por otra parte, Merkel defendió la deportación de los extranjeros que no tengan derecho legal a permanecer en el país. “Necesitamos un impulso nacional para deportar a quienes han sido rechazados. Eso es indiscutible y estamos trabajando duramente en ello en estos momentos”, añadió.
Para ello, se incrementarán los recursos humanos empleados en inmigración a nivel municipal, explicó la canciller alemana, que subrayó que estas expulsiones son solo una pieza más de una estrategia global que incluye afrontar las causas que provocan la inmigración. En cambio, quienes sí tengan permiso para quedarse deben ser integrados, argumentó la canciller.
Por otra parte, Merkel se refirió a la situación en el norte de Irak, donde debería, según ella, existir una zona protegida donde se puedan refugiar los miembros de la minoría de los yazidíes. “Aún no se ha concretado el plan, voy a ser sincera con vosotros, pero están en la agenda”, apuntó. Por último, Merkel habló también de la ciudad siria de Alepo y criticó los bombardeos del Gobierno sirio, respaldado por Rusia, unos delitos “muy cercanos a los crímenes de guerra”, extremo que, según advirtió Merkel, deberá decidir el Tribunal Penal Internacional.