11º-16º
martes | 16 abril | 2024
El conflicto minero que vive Bolivia en la última semana se agravó desde que se confirmara el brutal asesinato de Rodolfo Illanes, viceministro de Régimen de Interior. Dos personas más permanecían retenidas por los manifestantes al cierre de esta edición. Illanes había sido secuestrado en la zona minera de Panduro, a unos 180 kilómetros de la capital, el pasado martes, cuando acudía a intentar frenar la escalada de violencia entre los mineros y la Policía que ya sumaba dos muertos y un número elevado de heridos.
El trágico final de Illanes, que acudió a la zona iniciar una negociación con el colectivo minero, fue confirmado por el ministro de Gobierno boliviano, Carlos Romero, quien anunció que se habían puesto en marcha todos los mecanismos necesarios para recuperar el cuerpo del viceministro. El secuestro del ministro tuvo lugar un día después de la muerte de dos mineros en enfrentamientos con la Policía en las ciudades de Sayari y Bombeo. Al parecer el cuerpo del viceministro fue encontrado en un cerro, a 50 metros de una torre eléctrica, donde había sido secuestrado por los propios mineros. Según Romero, Illanes fue “brutalmente asesinado” y, según testigos, “a golpes”. La autopsia inicial reveló que fue “brutalmente flagelado” y murió por hemorragia interna.
El conflicto comenzó por la fuerte oposición de los mineros a una ley del presidente Evo Morales que fomenta la implantación de sindicatos en las cooperativas mineras, lo que ha derivado en fuertes enfrentamientos entre mineros y Policía. Los mineros piden que se les permita firmar contratos con empresas privadas y acceder a la ampliación de concesiones mineras, subsidios a la energía eléctrica y arancel cero para la importación de maquinara necesaria.
