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jueves | 25 abril | 2024
El monarca pronunció hoy su discurso de nuevo año ante la cámara belga, en el que también se refirió a otros acontecimientos de actualidad como el despido de trabajadores de la planta de ArcelorMittal en Lieja (sudeste de Bélgica) o la situación política del país.
"Como cabeza de la familia real, no os ocultaré que los eventos familiares de principios de mes me han apenado y dado una lección de humildad", afirmó Alberto II, quien añadió que los monarcas "deben dar ejemplo en todas las circunstancias".
Se trata del primer pronunciamiento público del soberano después de la polémica suscitada por la decisión de la reina Fabiola de Bélgica de crear una fundación privada que evitara a sus herederos pagar un 70% de impuestos.
Las críticas de la clase política tras conocerse la Fundación de Fabiola, que llevó el nombre de "Fons Pereos", llevaron al primer ministro belga, Elio di Rupo, a proponer la reducción de la dotación asignada a la reina desde este año para evitar que el dinero que recibe supere la cantidad asignada al príncipe heredero, Felipe.
Los representantes de prácticamente todo el espectro político belga -liberales, socialistas, ecologistas y conservadores- en intervenciones en diferentes televisiones locales lamentaron la decisión de Fabiola de crear una fundación privada y apoyaron la iniciativa de Di Rupo.
El pasado viernes, la reina Fabiola anunció que renunciaba a su fundación privada y que pedirá su disolución.
"Lamento que la creación de mi fundación Pereos haya generado malentendidos y reacciones tan negativas. Estoy profundamente afectada", afirmó la reina en un comunicado distribuido por su abogado, Jean Van Rossum.
Fabiola, de 84 años, que no tuvo descendencia con el difunto rey Balduino, ha recibido desde que quedó viuda en 1993 una dotación de la Casa Real belga de 27 millones de euros.
