La ciudad suma un buen pellizco con el Tercero, un Cuarto y un Quinto

La ciudad suma un buen pellizco con el Tercero, un Cuarto y un Quinto
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Los más fieles a la Lotería de Navidad prefieren el papel de toda la vida, escoger el número entre los que hay en ventanilla, y son reacios a los boletos de máquina pero a partir de este año es probable que empiecen a cambiar de estrategia. Al igual que El Gordo, los décimos del Tercero, uno de los Cuartos y un Quinto que se vendieron en la ciudad se gestionaron por terminal. Eso también hizo que el volumen económico se formase con pocos pellizcos, que al final sumaron 76.000 euros, en los despachos As de Oros, Meiga Dourada y La Buena Estrella. 

Estrella del Mar Erias, una de las loteras que repartió el Gordo en A Coruña, se convirtió en primeriza como distribuidora de premios de la Lotería Nacional con el 67774, un Cuarto Premio que fue el primero que llegó a A Coruña. Así a través de un décimo entregó a otra persona, que puede ser cualquiera porque el negocio tiene tanto clientes habituales como gente de paso, 20.000 euros. Es lo que ocurre con los décimos de máquina, que están muy repartidos por todo el país porque las cifras salen de manera aleatoria de los terminales. 

Aunque los puristas aún tengan sus reservas frente a este tipo de papeletas, a los loteros lo mismo les da dar el premio de una manera que de otra. Sino que se lo digan a los propietarios y trabajadores del As de Oros, el despacho del centro comercial de Los Rosales. Allí ya estaban “de bajón” cuando el número 04211 (otro de los bajos de la jornada) les permitió ser vendedores de un décimo del Tercero premiado con 50.000 euros. El champán no faltó mientras Juan Cantariño explicaba que se sentían “contentos” por esta oportunidad y porque van subiendo en el escalafón, ya que ya dieron “un quinto y un cuarto” hace unos años. 

Confiado en que la noticia también supondrá una “publicidad que motivará a más clientes porque ven que das algo”, se sumaba a la imitación de los niños de San Ildefonso de sus compañeras. 

María Juega Rivera, que no podría tener un apellido más apropiado para ser administradora, gestionó en La Buena Estrella (Estrella, 30), un establecimiento que dirige desde hace cinco años,  por máquina un resguardo del 02308 (6.000 euros). Lo celebró con su antecesora en la oficina.

La ciudad suma un buen pellizco con el Tercero, un Cuarto y un Quinto

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