Dos minutos de silencio, observados a las 7.28 de la mañana de ayer, fueron el comienzo de los actos de conmemoración del 100 aniversario del estallido de la batalla del Somme. La batalla, en el norte de Francia, fue una de las más sangrientas de la Primera Guerra Mundial. Solo en el primer día combate, las bajas británicas ascendían a 57.470 hombres, de los cuales 19.240 estaban muertos. Fue la jornada día más sangrienta en la historia del ejército británico. La batalla continuó durante cuatro meses y medio. Al final los británicos habían sufrido 420.000 bajas, sus aliados franceses 200.000 y los alemanes más de 500.000. FOTO: PHIL NOBLE