La flota de Lugo ha quedado una jornada más en tierra, lo que ya suma doce días de parada, como consecuencia de un nuevo temporal, con fuertes rachas de viento que llegaron a alcanzar los 140 kilómetros por hora la pasada noche en Burela, según informó a EFE el patrón mayor de la cofradía de pescadores, Basilio Otero.
Otero afirmó que estamos ante otro nuevo temporal, con "vientos de tierra que soplan muy fuerte" y que han obligado a la flota a permanecer un día más amarrada a puerto, dado que no han salido a faenar ni los arrastreros ni tampoco las embarcaciones de artes menores.
"Desde el viernes de la anterior semana -día 31 de enero- no se pudo ir al mar", explicó Otero, pero el problema es que esta situación se ha convertido en habitual, dado que las embarcaciones del puerto de Burela "llevan sin trabajar con normalidad desde finales de octubre o principios de noviembre".
Asegura que las pérdidas "son muy elevadas", porque es un período de tiempo muy largo en el que los barcos sólo han podido faenar, con suerte, "dos o tres días a la semana" y, en condiciones normales, "son épocas en las que se pesca mucho".
Calcula que un barco de artes menores pierde de ganar cada día "entre 300 y 500 euros", pero "en un arrastrero esas cantidades se pueden multiplicar hasta por treinta, a lo mejor entre 9.000 y 10.000 euros" por cada jornada de trabajo perdida.