Vigo, entre los 15 puertos mundiales que pueden diferenciar el tipo de carga radiactiva de los contenedores

Vigo, entre los 15 puertos mundiales que pueden diferenciar el tipo de carga radiactiva de los contenedores
Vista del puerto de Vigo. EFE/Archivo

El puerto de Vigo es una de las quince terminales del mundo dotadas con un sistema que permite diferenciar el tipo de carga radiactiva de los contenedores que allí se cargan y descargan, tanto la ilícita como la inadvertida en determinadas cargas como kiwis, plátanos, cerámica o fertilizantes.

Así lo ha destacado durante una visita al portal espectrométrico instalado en el muelle de Guixar el delegado de la Agencia Tributaria (AEAT) en Galicia, José Luis Rodríguez, quien ha estado acompañado por el presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Ignacio López Chaves.

Rodríguez ha reseñado que esta herramienta, que se complementa con un escáner para comprobar que la mercancía declarada coincide con la real, convierte al puerto de Vigo en "una referencia a nivel internacional" y dota a Galicia de "la máxima seguridad".

Ha hecho hincapié en que solo quince puertos del mundo disponen de un portal espectrométrico capaz de identificar el isótopo radiactivo del que se trata.

La financiación de la tecnología -unos 500.000 euros- corre a cargo de Estados Unidos, que planea instalar este mismo sistema en cien puertos de todo el mundo hasta 2016 para controlar la mercancía que llega a sus puertos.

De momento hay operativos 45, cinco de ellos en España: Barcelona, Valencia, Algeciras, Bilbao y Vigo.

El delegado de la AEAT en Galicia ha explicado que la previsión es pasar por el portal y el escáner una media de 50 contenedores diarios, seleccionados en base a análisis de criterios de riesgo y en función de la mercancía que lleven, con independencia de su destino.

No habrá excepciones para la mercancía que vaya a puertos de los Estados Unidos, ya que todos se someterán al doble control.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo ha detallado que el volumen total del tráfico contenedores, incluidos los llenos y los vacíos, es de unos 200.000 a lo largo del año.

En el caso de que un contenedor supere los "límites aconsejables" de radiactividad, se desviará a una zona de inspección secundaria para localizar, con dispositivos especiales, la zona concreta donde está el material del que proceden las emisiones y determinar su grado de intensidad, ha explicado Rodríguez.

En el supuesto de que se trate de una intensidad alta, lo que no ha sucedido de momento en ninguno de los puertos españoles con esta tecnología, se activaría un protocolo de alarma en el que intervendrían las fuerzas de seguridad del Estado, el Consejo de Seguridad Nuclear y el Ministerio de Fomento, entre otras instituciones.

En Vigo, ni siquiera ha habido la necesidad de desviar ningún contenedor a la zona de inspección secundaria para un análisis más detallado, según ha señalado el delegado de la AEAT en Galicia.

Además de material radiactivo, la tecnología con que cuenta el puerto de Vigo sirve también para reforzar la lucha contra el narcotráfico.

El escáner complementa la labor de los reconocimientos físicos, que conllevan la apertura de los contenedores para comprobar si la mercancía declarada coincide con la real.

El último alijo de droga en el puerto de Vigo -esta misma semana fueron intervenidos más de 30 kilos de cocaína ocultos en una mochila, a través del sistema del "gancho ciego"- se produjo a través de reconocimiento físico.

José Luis Rodríguez ha hecho hincapié en que el tráfico de drogas ha sufrido en los últimos años en Galicia "una reducción" gracias a los sistemas de control impuestos por la administración tributaria.

"Lamentablemente", ha agregado, parte del tráfico se ha "reconducido" a otras partes del territorio nacional, y en lo que a Galicia se refiere se ha sustituido el sistema tradicional de las planeadoras por el del "gancho ciego".

Consiste en ocultar la droga entre mercancía legal y antes de que el contenedor llegue al puerto de destino, un enlace de la organización rompe el precinto del mismo para retirar la sustancia estupefaciente y sustituirlo por otro.

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