Víctimas del Alvia piden al Rey que medie para que la clase política investigue

Víctimas de la tragedia ferroviaria de Angrois, agrupadas en la plataforma Alvia 04155, se han dirigido por carta al rey Felipe VI con el fin de pedirle que utilice su papel de "mediador" con el Gobierno para que acepte una comisión de investigación parlamentaria en la que se "depuren" las responsabilidades políticas.
En un escrito de tres hojas, que firma el presidente de los damnificados, Jesús Domínguez La Rosa, este colectivo lamenta que un año después del siniestro "solamente" les quede una esperanza, y que esta sea "denunciar" al Estado español ante la Unión Europea por incumplimiento de las normas de circulación ferroviaria que los gobiernos tienen la obligación de aplicar.
También por no tener organismos independientes, cuando lo exige la legalidad "y el sentido común", y por "no tener una democracia, como ocurre en otros países de la UE, donde los gobernantes dimiten por causas mucho más nimias que las que ahora tratamos".
Jesús Domínguez explica que las únicas aspiraciones de las personas a las que representa son "verdad y justicia", y ningún otro interés "oscuro ni oculto" más que "tan solo la defensa de aquellos que ya ni siquiera pueden defenderse".
Recuerda que las responsabilidades políticas no se dirimen en los tribunales, sino en la sede de la soberanía popular, y se queja de que las instituciones los hayan abandonado por intentar "ocultar" sus errores, "sus negligencias y su incapacidad", lo que lleva a que los ciudadanos no signifiquen "nada".
El Poder Judicial, como institución, está "secuestrado" por el Poder Político y el Poder Legislativo "amordazado" por el Poder Ejecutivo, y "esa es la cruda realidad".
La Plataforma de Víctimas del Alvia 04155 asegura al monarca español que no son "ningún grupo antisistema radical" sino "ciudadanos normales, de todo tipo y condición: de derechas, de izquierdas, monárquicos, republicanos, pero todos sin excepción demócratas convencidos" que se resisten a que los intenten "acallar o ningunear".
Recriminan que nadie haya dimitido o pasado por un cese, a pesar de que el instructor de la causa judicial abierta, Luis Aláez, haya hecho mientras estuvo al frente del juzgado de instrucción número 3 de Santiago una investigación con indicios muy claros, "intachable, independiente, profesional y rápida, buscando en todo momento la verdad y la justicia".