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viernes | 19 abril | 2024
El secretario xeral del PSdeG, Manuel Vázquez, sigue sin lograr el control del partido en la provincia de Pontevedra. Así, el sucesor de Modesto Pose, hasta ahora secretario xeral del partido en la provincia, será Santos Héctor, el candidato patrocinado por el propio Pose y por el siempre beligerante alcalde de Vigo, Abel Caballero, quienes se han enfrentado al líder socialista gallego en incontables ocasiones.
De esta forma, finalmente se confirmaron todos los augurios y Vázquez se quedó sin colocar al frente del partido en Pontevedra a un aliado, lo que complica su gestión del partido en Galicia y su designación como candidato del PSdeG a la Presidencia de la Xunta.
De momento, Vázquez es el único socialista que ha dado un paso al frente y ha confirmado su candidatura para las primarias del PSdeG. Sin embargo, otros nombres suenan como posibles contrincantes y entre los promotores de una candidatura alternativa está el sector más crítico del líder socialista, que se ubica en la provincia pontevedresa.
La beligerancia de Caballero y Pose para con Vázquez no es una novedad. Muchas han sido las ocasiones en las que ambos han optado por insubordinarse a los requerimientos del que fuera conselleiro de Medio Ambiente en la época del bipartito. Es más su apoyo fue explícito hacia la que fue su contrincante en el congreso que elegía al líder del PSdeG, la exministra Elena Espinosa.
Entre los nombres que hasta ahora aparecen como posibles adversarios se mantiene el del recién elegido secretario xeral del partido en A Coruña, Francisco Caamaño, aunque por el momento el exministro de Justicia mantiene un silencia sepulcral al respecto.
Clara mayoría > Con respecto al resultado del congreso del PSOE en la provincia de Pontevedra, Santos Héctor salió elegido como nuevo secretario provincial con una clara mayoría, ya que el 64,92% de los votos fue para su candidatura, frente al 31,34% del otro candidato, Juan Manuel Rey, quien era el candidato impulsado por la dirección gallega del partido y con el que Vázquez buscaba lograr ese apoyo que tanto necesita en la provincia pontevedresa.
Héctor consiguió 87 votos, por 42 de Rey y cinco fueron emitidos en blanco, tras una mañana, la de ayer, en la que destacó el discurso de Rey, que criticó el pacto alcanzado por la lista de Héctor, que patrocinaba la dirección saliente de Modesto Pose y el sector afín al alcalde de Vigo, Abel Caballero, donde el nuevo secretario xeral es concejal.
“Quiero felicitarle por haber conseguido mezclar aceite, arena y agua, porque tiene mucho mérito”, dijo Rey sobre Caballero, en un discurso en el que censuró la “alquimia” del pacto, en el que finalmente entró también otro de los hasta el viernes pretendientes a la dirección, el diputado autonómico Luis Piña.
El IBI > Rey defendió el peso de las agrupaciones pequeñas y la falta de renovación, que a su entender es “imparable, imprescindible”, y criticó las palabras de Caballero respecto a la posibilidad de exigir el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles a la Iglesia, en la que ya se ha convertido en la nueva insumisión del vigués.
“Más Vigo sí, pero solo Vigo no”, apuntó Rey, que desde la tribuna señaló que el modo en que se manejó todo el proceso “no es ser socialistas, no es ser demócratas y da la impresión de estar en un partido tomado”.
Sus críticas suscitaron comentarios airados del propio alcalde vigués, muy descontento con el discurso del candidato rival.
Héctor, que en su alocución apeló a la unidad, dijo respetar la opinión de su contrincante, aunque señaló que las críticas debían a su entender haberse vertido durante el debate previo, y no en el final, abierto a los medios de comunicación.
Antes de la polémica final, Modesto Pose pronunció un discurso en el que reivindicó su trabajo, criticó a “quien trabajó con bastante éxito para que estuviésemos divididos” y protestó porque “esté de moda” denostar a los partidos, en favor de “una reunión en una plaza o un grupo de amigos tuiteando”.
José Antonio Cacabelos, el otro candidato en liza hasta la mañana, decidió retirar su candidatura “para no comprometer el futuro” de sus posibles apoyos y por estar en contra de “discutir puestos en la ejecutiva y cargos en las autonómicas”.
