Un Parlamento “blindado” esperaba a los manifestantes

Un Parlamento “blindado” esperaba a los manifestantes
los agentes forman la barrera que cercaba la cámara daniel alexandre

En un ambiente de decepción y cierto desánimo, tras recibir la noticia de que Navantia renuncia al dique flotante aludiendo a la imposibilidad de acudir a unos fondos públicos que Europa consideraría ayudas ilegales, más de un centenar de delegados sindicales de la principal y sus auxiliares cumplieron ayer con el calendario de movilizaciones decidido hace un par de semanas y acudieron al Parlamento. Con ellos se estrenó el “filtro” de Pilar Rojo para los invitados de la oposición, que finalmente pudieron traspasar por breves momentos.

Los delegados llegaron pasadas las nueve de la mañana a las puertas de un Parlamento que ya estaba fuertemente custodiado por decenas de policías.

 

Paso cerrado

Los trabajadores fueron conducidos desde el primer momento por detrás de las vallas que cerraban el paso en la acera opuesta a la entrada del inmueble y en seguida comprobaron, con los responsables de seguridad, que sus nombres no figuraban entre los invitados que sí habían superado el nuevo filtro.

Tras desplegar su pancarta con el lema “Carga de traballo para Navantia, xa! Polo futuro das comarcas” y junto al colectivo del sector educativo que también llevó sus protestas a las puertas del Hórreo, los delegados esperaron acontecimientos bajo una pertinaz lluvia.

Después de que los manifestantes que lograron entrar en la Cámara saliesen de la misma, se vivió otro momento de tensión, cuando llegaban a la calle los representantes de la CIG acompañados por varios parlamentarios del BNG, entre ellos Carlos Aymerich, y la policía los detuvo y los conminó a identificarse de nuevo, para registrar su salida.

Los únicos que permanecieron en la tribuna de visitantes fueron los invitados del grupo popular, a los que la socialista Beatriz Sestayo calificó como “figurantes”.

 

Un Parlamento “blindado” esperaba a los manifestantes

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