Trabajadores de Navantia intentan entrar por la fuerza en el ayuntamiento de Ferrol

Dos meses después de las elecciones generales, a los trabajadores de Navantia y sus auxiliares se les echa encima la inactividad. El aumento de la crispación quedó claro en el inicio de un nuevo calendario de movilizaciones en el que muchos se presentaron ya sin buzo y sin casco, de calle, después de haber recibido la carta de despido. Están en juego los puestos de 2.500 personas de las subcontratas y los cerca de 2.400 de la principal.

Primero salieron a la calle los trabajadores del astillero de Fene, que cortaron el tráfico en el puente de As Pías y se encontraron con los de Ferrol en la rotonda de González Llanos. Desde allí avanzaron todos juntos, cerca de 4.000, hasta la plaza de Armas, donde inesperadamente una abultada parte de los manifestantes entraron también en el Ayuntamiento, detrás de los delegados sindicales, ocupando las escaleras y todo el pasillo del primer piso que lleva a la antesala de la alcaldía.

Las protestas van a recrudecerse en las próximas semanas para urgir una solución

Allí, mientras que los miembros de ambos comités de empresa mantenían el encuentro previamente concertado con el alcalde, José Manuel Rey, fue aumentando el tono de los pitidos y los golpes contra las puertas hasta que los agentes municipales tuvieron que detener la embestida de la multitud y frenar el tumulto con gas pimienta.

En los momentos de más tensión llegó a volar una papelera y otros objetos y la protesta, como quedó después a la vista, se saldó también con el destrozo de las puertas y los cristales del salón de recepciones.

\“¿Dónde está ese dique?\” o \“Queremos traballar, non emigrar\” fueron algunas de las consignas que corearon los trabajadores dentro del ayuntamiento, donde también acompañaron sus protestas con ensordecedores petardos.

Los responsables sindicales justificaron, a la salida del consistorio, el comportamiento de sus compañeros. \“Es la expresión de la desesperación\”, dijo el presidente del comité de Navantia Ferrol, Fernando Sinde, dirigiéndose a los trabajadores con el megáfono. Según explicó, antes de entrar en el edificio un extrabajador de Tecnymo le entregó personalmente la carta de despido que recibió hace unos días y el buzo que ya no usa, con el encargo de que se los llevase a José Manuel Rey. \“Ya vinimos en septiembre a decirles cuál era el problema –clamó Sinde–, ¿qué vamos a venir ahora, a escuchar otro discurso?\”.

Además de apoyar a los protagonistas de los incidentes, Sinde advirtió de que \“la próxima vez, vendremos a expresar nuestro cabreo\” y aludió a que las protestas van a ir aumentado su intensidad. También quiso tomar el megáfono Manuel Grandal, responsable de la sección sindical de la CIG, para proclamar que \“debemos sentirnos orgullosos\” y criticar al alcalde de Ferrol, al que calificó de \“mero correveidile\”.

Según Sinde, durante la reunión se transmitió al alcalde que Rajoy tiene que ponerse al frente de las gestiones comerciales de Navantia, como han hecho por sus astilleros otros dirigentes como Merkel o Sarkozy, en lugar de dejarlas \“en manos de un sargento primero\”.