Un técnico ratifica que Adif no pidió analizar la seguridad de la curva de A Grandeira

Un técnico de la unión temporal de empresas (UTE) de Thales y Dimetronic, que suministró la tecnología de seguridad de la línea Ourense-Santiago, ratificó ayer que Adif no pidió analizar la seguridad de la curva de A Grandeira, en la que descarriló un tren Alvia el 24 de julio de 2013, que dejó 80 fallecidos y más de 140 heridos. Así lo trasladó ayer ante el juez que instruye el caso, Andrés Lago, ante el que compareció en calidad de testigo.
Según informó el letrado de las víctimas, Manuel Alonso Ferrezuelo, este técnico reconoció, tal y como había expuesto la consultora pública Ineco en noviembre de 2017, que “el encargo de los riesgos que tenían que analizar eran hasta el kilómetro 84, no la totalidad de la línea”, ya que “el Ertms no llegaba a la totalidad de la línea, solo hasta antes de la curva”.
Por su parte, el gerente del área de seguridad en la circulación del noroeste de Adif, Fernado Rebón, declaró que él no era el responsable del diseño de seguridad de la línea Santiago-Ourense, en la que descarriló el Alvia, puesto que su cometido únicamente era supervisar el funcionamiento posterior.
El magistrado le otorgó la condición de investigado por entender que no resulta “descartable que “buena parte de los reproches” hechos a su entonces superior, el director de Seguridad Andrés Cortabitarte, pudiesen extenderse a su persona, al considerar que la evaluación no había sido la idónea, pero a ello ha contestado que debía revisar, y no disponer, es decir, que trabajaba sobre lo hecho.
Por otra parte, la comisión de investigación del Congreso sobre el accidente acordó ayer solicitar a la Mesa de la Cámara Baja la prórroga de sus trabajos, que concluyen el próximo octubre, durante cuatro meses más. Al inicio de la comisión, su presidente, Feliu-Joan Guillaumes, preguntó a sus integrantes si estaban de acuerdo con esta propuesta, algo que confirmaron. l