El Superior revoca la sentencia que ordenaba retirar la cruz franquista de O Castro en Vigo

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha revocado la sentencia que ordenaba retirar la cruz de los caídos que preside el monte de O Castro, en Vigo, por considerarla un monumento de exaltación del franquista.
El fallo, que cuenta con el voto particular de una magistrada que entiende que el monumento sí debe ser retirado, estima el recurso de apelación interpuesto por el Ayuntamiento de Vigo contra la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 2 de la ciudad.
Entiende el alto tribunal gallego que la cruz ya no tiene un significado de exaltación de la guerra civil y la dictadura, “una vez desaparecida toda la simbología fascista”.
Los magistrados consideran que al contemplarla como está, “al margen de las creencias superadas que motivaron su construcción, como muchos otros monumentos a la largo de la historia de la humanidad”, debe “llevar al conocimiento y reflexión” sobre “un pasado ya superado pero que no ha de olvidarse”.
Coincide con el argumento del Ayuntamiento de Vigo de que la cruz se debe considerar como un monumento “representativo de los caídos por ambos bandos”.
La Asociación Viguesa pola Memoria Histórica do 36 baraja la opción de presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (TC) tras el fallo del Superior de Galicia.
El presidente de la asociación, Telmo Comesaña, señaló que no se esperaban el fallo del TSXG, habida cuenta de que la sentencia de la sala de lo Contencioso-administrativo estaba “suficientemente motivada y documentada”, e indicó que en breve se reunirán para tomar una decisión al respecto.
Comesaña es partidario de recurrir “si hay alguna posibilidad” de hacerlo, porque “no parece normal”, afirma, “que esto se quede así”.
Cree que el alto tribunal gallego ha tratado con su fallo de “desprenderse de una patata caliente” .
Comesaña ha cuestionado el argumento principal del alcalde para evitar el derribo de la cruz, el acuerdo del pleno por el que se retiró toda simbología franquista para convertirlo en un monumento a la concordia.