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sábado | 20 abril | 2024
El séptimo temporal de alerta roja en la costa gallega de este invierno, la máxima alerta que se puede decretar, ha amarrado la mayor parte de la flota, ha creado problemas de circulación en el litoral y ha desbordado paseos marítimos, como el de A Coruña, donde el mar ha inundado de nuevo la calzada.
Durante la jornada de ayer, se llegaron a registrar por parte de Puertos del Estado olas superiores a los once metros, concretamente de 11,95 a las 16.00 horas a veinte millas de Cabo Vilano. Además, los vientos superaron los cien kilómetros en Malpica (112) y Cedeira (110) o en Cariño (106).
Todo el litoral gallego permaneció en alerta roja hasta las 18.00 horas, en que se alcanzó la pleamar. Hasta entonces, en todos los municipios costeros se tomaron medidas de precaución, como la prohibición de circular peatones y vehículos en el paseo marítimo coruñés, que se cerró por completo esta tarde al alcanzar el mar la calzada.
Además, la carretera provincial PO-552 entre las localidades pontevedresas de Baiona y A Guarda se cerró al tráfico entre los kilómetros 17 y 19 debido al fuerte oleaje en la zona.
Mar de fondo
El mar de fondo y la subida de la marea propició que el oleaje haya invadido la calzada, lo que obligó al corte de esta vía, que tuvo que ser cerrado en enero al arrastrar una ola el guardarrail.
El temporal causó asimismo por la mañana el derribo de la pared de un edificio de apartamentos en la playa de Miño, que ya estaba afectado por episodios de fuerte viento y lluvia, y del que solo queda una pared en pie.
A causa del mal tiempo, además, Salvamento Marítimo tuvo que interrumpir la búsqueda por mar y aire de un hombre de 36 años, desaparecido hace dos días, cuyo coche fue localizado por la mañana estacionado en el entorno de la Costa da Vela, en Cangas do Morrazo.
Tras las 18.00 horas de ayer pasó el mayor peligro, aunque el temporal en el mar sigue siendo duro y la alerta roja permanecerá hasta las doce de la noche.
Nieve
En el interior el problema fue la nieve, sobre todo en la Montaña lucense. Así, el dispositivo de emergencias de la Diputación de Lugo tuvo que rescatar ayer a una familia que viajaba en un autocaravana y quedó atrapada por la nevada en el lugar de O Piornedo, en Cervantes.
El responsable provincial, Manuel Martínez, explicó que la institución recibió aviso del 112, a las 23.00 horas, de que una familia que se dirigía hacía el albergue de Os Ancares se había quedado atrapada por la nieve y necesitaba ayuda.
Martínez precisó que esa familia, con niños pequeños, viajaba en una caravana que, en un momento dado, no pudo seguir avanzando, a pesar de que en la carretera había solo unos cinco centímetros de nieve.
Aunque el conductor ni siquiera supo indicar en un primer momento donde estaba, finalmente fueron localizados por el dispositivo de emergencias, que envió al lugar a un todoterreno y a una máquina quitanieves, que le fueron abriendo camino a la autocaravana hasta llegar al albergue de Os Ancares. La familia estuvo atrapada unas dos horas.
Ayer trabajaron en la red provincial 32 operarios y 16 máquinas quitanieves, que centraron sus esfuerzos en los municipios de A Fonsagrada, Navia de Suarna, Cervantes, Pedrafita, Becerreá, O Courel, Samos y O Incio.
Los mayores problemas se registraron en O Courel, donde la nieve acumulada llegó en algunos puntos de la red viaria a los 30 centímetros de espesor, lo que dificultaba las labores de limpieza, especialmente en la zona de Teixeira.
atípico
La comunidad gallega encadena este invierno siete episodios “atípicos” de alerta roja en el mar, seis en lo que va de año, debido a causas diversas, entre ellas el fuerte contraste de masas de aire subtropical y polar.
Estos episodios tuvieron lugar el 25 de diciembre; 5-6 de enero; 27-28 de enero; 1 de febrero; 5 de febrero; 8 de febrero y 3 de marzo, si bien cuantificados por días fueron muchos más.
Lo normal es que al año haya unas tres alertas rojas, incluso cuatro, por mar de fondo, pero este año se superan con creces, según apuntaron fuentes de MeteoGalicia.
Pescadores
Ante los reiterados temporales del último invierno, los pescadores reclamaron a la Xunta y al Gobierno central ayudas directas para paliar la situación económica que atraviesan, pues aseguran que tan solo han podido trabajar tres días desde finales de año.
“De Navidad a día de hoy solo se trabajaron dos o tres días, algún barco a lo mejor cuatro, pero de forma continua ninguno”, lamentaban, por lo que pidieron medidas compensatorias a través de la Federación de Cofradías de Galicia a las administraciones autonómica y central, pero lo que les plantearon fue una moratoria en el pago de la cuota a la Seguridad Social. Y “eso no nos arregla nada de nada”, avisan. n
