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sábado | 20 abril | 2024
El camino de las "reivindicaciones" que el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha protagonizado con intensidad con el Gobierno central, que dirige el socialista Pedro Sánchez, continuará de la mano del que será su sucesor, Alfonso Rueda. Eso sí, ha prometido que, si hay confrontación, será desde la "lealtad" y que "nunca tensionará las costuras" de un Espado que, con el trasfondo de la guerra de Ucrania, necesita "mantenerse firme" frente a las amenazas exteriores.
Rueda ha dedicado parte de un discurso de poco más de una hora de duración a criticar al Ejecutivo central por cuestiones como que no baje los impuestos a las familias y para reivindicar, al tiempo, el papel de Galicia en España y en Europa. "Galicia debe mantener y ampliar el peso y el prestigio que ganó en estos años en el concierto nacional", ha esgrimido.
Por ello, aunque ha comprometido lealtad, ha advertido que es importante "no confundir lealtad con sumisión" y ha argumentado que callar frente a lo que se considera un desacierto sería "una grave muestra de deslealtad".
"Reivindicaremos para los gallegos todo lo que consideremos que en derecho les corresponde. Como lo hicimos reclamando los 225 millones del IVA, como lo hacemos defendiendo un nuevo modelo de financiación autonómico, como lo haremos reivindicando nuevas competencias --Feijóo abandona el cargo sin haber conseguido ninguna nueva-- y defendiéndonos frente al furor que últimamente observamos en el Estado a la hora de impugnar las normas emanadas de este Parlamento y del Gobierno de Galicia", ha proclamado.
Muy crítico, ha asegurado que se niega a normalizar el hecho de que el futuro de España "esté en las manos de aquellos cuyo proyecto político es la disolución de un país", igual que le "irrita" el "creciente" uso "partidista" de las instituciones del Estado o que le genera desasosiego sentir que se premia "la deslealtad" mientras que "el sentido de Estado se paga con desplantes e incumplimientos".
Así, tras manifestar que no comparte la forma de hacer política que está instalada en La Moncloa, ha avanzado que, una vez que obtenga el respaldo de la Cámara para ser investido presidente --lo que hará con los 42 votos populares--, en su primera semana como presidente de la Xunta recordará por carta al jefe del Ejecutivo central los compromisos que le quedan "por cumplir" con Galicia, y le pedirá una audiencia para abordar cómo subsanarlos.
Entre otras cuestiones, Rueda interpelará al Estado por los motivos por los que "sigue sin permitir crear 64 nuevas plazas de formación de médicos de familiar" y "sin crear la especialidad de medicina de urgencias y emergencias"; la falta de la financiación que le corresponde a Galicia en materia de dependencia; la inexistencia de una "implicación sincera y suficiente con el Xacobeo"; y la negativa a ubicar en Galicia la sede del Instituto Oceanográfico.
También le preguntará por qué no se cubren el cien por cien de los efectivos de la Policía autonómica; por qué se le "niega" a la provincia de Lugo "las conexiones por autovía y por tren de alta velocidad que llevan tantos años comprometidas"; por qué "no se apoya el Corredor Atlántico al mismo nivel que el Corredor Mediterráneo" y cuántos años más tendrá que esperar Galicia "por la transferencia de la AP-9".
Asimismo, pondrá sobre la mesa el porqué "se bloquea" la transformación económica de la comarca de Ferrolterra, por qué parece "excluirse a la automoción gallega del Perte del vehículo eléctrico y conectado" y por qué siguen "penalizándose fiscalmente las herencias en vida".
Y aunque ha reconocido los "avances" de la alta velocidad, ha señalado que aún distan mucho de estar "completos" porque la Comunidad aún no dispone de los trenes Avril que permitirán aportar el AVE a Santiago, Pontevedra, Vigo y A Coruña.
"Seguiremos reivindicando que la alta velocidad gallega no sea ni menos extensa ni más lenta que la del resto de España", ha apostillado.
