Los raptores de Diana Quer pudieron eludir pasar por la fiesta para salir de la localidad

Los posibles raptores de Diana Quer pudieron eludir el paso por el centro de la villa pobrense, más en concreto por el entorno de la alameda, la Praza Segundo Durán y el parque do Castelo, en el momento de abandonar la localidad, con la finalidad de evitar que quienes estuvieran disfrutando de la fiesta del Carme dos Pincheiros pudieran verlos con la joven madrileña. Esa es una de las hipótesis que se baraja para tratar de esclarecer lo que sucedió hace exactamente tres meses en la zona del puente de San Antonio cuando la hija de Diana López-Pinel y Juan Carlos Quer regresaba de la madrugada hacia su casa de veraneo, a donde se cree que no llegó. También se apunta que también tratarían de que no quedase rastro de ellos en alguna cámara de vigilancia.
Es por ello que se apunta que quienes pudieron llevarse a Diana Quer, ya sea forzada o de manera voluntaria, optaron por circular por un vial en donde no se encontrasen esos elementos, como es el vial que une el entorno del referido puente de San Antonio con A Carballeira da Silva, para luego conducirse por la pista que sale a la carretera comarcal AC-305 en A Devesa, para luego seguir por el vial paralelo al paseo del río Morto hacia el Camiño Ancho y de ahí hacia A Tomada, en donde enlazaría con la Autovía do Barbanza (AG-11), para salir de la comarca.
Se llega a apuntar incluso que, ya fuese llegando hasta Padrón o Catoira, pudieron acceder a la Autopista do Noroeste (AP-9) para continuar el camino, o bien hacerlo por otras carreteras principales o secundarías. En este sentido, se señala que los investigadores también solicitaron cámaras de vigilancia de ese y otros viales para tratar de identificar vehículos que fueran sospechoso.
Sobre la supuesta existencia de un vehículo que ya fue identificado por la marca, modelo y color -faltaría la matrícula- como desde el que se arrojó a la ría arousana el iPhone 6 de la joven madrileña, el delegado del gobierno, Santiago Villanueva, no se pronunció al haberse prorrogados hasta el 20 de diciembre el secreto de las actuaciones. Sin embargo, la mala calidad de las imágenes de las cámaras de la AG-11, sobre todo al no haber iluminación en la zona por haber ocurrido ese hecho en horario nocturno, hace que sea difícil pensar en que pueda ser así, pues tan sólo se aprecian las luces de los faros, que distorsionan el resto. Tan sólo una, la que graba en entorno del radar al comienzo del viaducto, podría permitir una imagen mejor, sobre todo si queda reflejado el momento en el que se arroja el teléfono móvil.