10º-19º
viernes | 19 abril | 2024
El presidente de la Xunta y del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, aseguró ayer que la Justicia ha acreditado la honestidad de la diputada y exportavoz del partido Paula Prado, de la que él no dudaba, dijo, y consideró que en su opinión está “rehabilitada para cualquier importante función” que le pueda encargar el partido y propondrá al comité de dirección, del que salió al dejar su cargo en junio de 2014, al entender que “queda rehabilitada para cualquier importante función” que se le encomiende.
Núñez Feijóo dijo que le agrada que el instructor de su caso en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia tampoco haya dudado de la honestidad de Prado al proponer cerrar el caso por no observar indicios de la comisión de ningún delito.
El pasado mes de junio Prado, en aquel momento portavoz del PP gallego, decidió dimitir de ese cargo por no verse capaz de transmitir los mensajes del partido tras trascender informaciones que la relacionaban con el caso “Pokémon”.
Meses después, a finales del pasado año fue citada ante el TSXG, por su condición de aforada, para declarar por su relación con la operación “Pokémon” y ahora el instructor del caso ha propuesto el archivo ya que ni él ni el fiscal ven indicios de delito.
“La justicia acreditó la honestidad de la diputada Paula Prado; nos alegramos. Fueron meses de extraordinaria dificultad personal, familiar y política, porque era responsable como portavoz y por prudencia dejamos sin efecto (ese cargo) porque estaba en duda su honorabilidad”, indicó.
Sobre su vuelta a la portavocía del partido, Núñez Feijóo dijo que hay determinadas situaciones que a veces son “imposibles de solucionar”.
“Ahora hay otro compañero que ejerce una excelente labor (como portavoz), pero en mi opinión merece volver al comité de dirección del PPdeG y así lo voy a proponer”, señaló Núñez Feijóo, que dijo que Prado está “rehabilitada para cualquier importante función” que le pueda encargar el partido.
El portavoz del PP de Galicia, Miguel Tellado, reivindicó “una honorabilidad manchada” por “errores judiciales, pero no por actuaciones contrarias a Derecho” y pidió un mayor respeto por la presunción de inocencia y evitar la precipitación que se produce al “condenar socialmente” a alguien.
En el caso de Prado, manifestó, la condena no llegó a ser judicial, pero “sí política”, y además “partió de una instrucción que caminaba paralela en un juzgado de Lugo y en los medios de comunicación a través de filtraciones interesadas cuyo único interés era desgastar la imagen de un cargo relevante del partido”.
Subrayó que “no sabemos quién filtraba pero sí para qué” y se ha preguntado quién repara ahora la honorabilidad de estas personas “cuya imagen fue dañada ante la opinión pública en base a interpretaciones judiciales que ahora resultan no ser adecuadas”.
