La partida del último buque deja las gradas de Ferrol completamente vacías

El segundo buque anfibio construido por Navantia para la Armada australiana, el LHD “Adelaide”, abandonó ayer el muelle de Ferrol y emprendió la travesía hacia Vigo, donde será cargado sobre el semisumergible “Blue Marlin” para su traslado a Melbourne. Con él se marcha el último buque en construcción y termina el trabajo para los alrededor de 600 trabajadores de empresas auxiliares que estaban implicados en el proyecto. Se sumarán en breve a la cuenta de 3.200 empleos destruidos.
El dramático horizonte de desocupación en el que hoy está de lleno el naval ferrolano se anticipó el 4 de julio de 2012, cuando por primera vez en veinte años se botó un buque y ese acto no fue seguido de la colocación de la siguiente quilla. El “Adelaide” se deslizó al mar y la última grada que tenía ocupación en los astilleros de Ferrol y Fene, donde tres años antes se vivía una actividad desenfrenada, con cinco buques en construcción y una cartera de pedidos, solo en la ría, de 2.214 millones de euros.
En dos años los trabajadores de Navantia no han dejado de movilizarse para reclamar carga de trabajo y, en su defecto, la construcción de un dique flotante que salvase el vacío de ocupación que ya preveían. Sin embargo, se llega a hoy sin ningún contrato seguro en el horizonte y con la industria auxiliar, que generó en su día cerca de 4.000 empleos, casi desmantelada. n M. M.

La partida del último buque deja las gradas de Ferrol completamente vacías

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