“Pantallas” y “Cigarróns” ponen orden en el “triángulo mágico” del carnaval gallego

“Pantallas” y “Cigarróns” ponen orden en el “triángulo mágico” del carnaval gallego
GRA177. VERÍN, 23/02/2014.- Varias mujeres a su salida de la iglesia pasan ante los cigarrons que hoy han desfilado en el denominado Domingo Corredoiro, por las principales calles de la villa orensana de Verín, donde es tradición que

Con una sincronización casi militar, “Pantallas” y “Cigarróns” protagonizaron ayer su “estreno” en el “triángulo mágico” de Xinzo de Limia y Verín, una fiesta donde todo se da la vuelta e incluso las leyes ya no rigen, excepto las propias del carnaval.
Tras meses de impaciente espera, los grandes protagonistas de este Entroido, que tiene señas de identidad propia, celebraron su puesta de largo en el “Domingo Corredoiro”, un momento “muy especial” para sus fieles en el que estos personajes ponen “orden” a los vecinos.
“Ser Cigarrón es una tradición y un orgullo”, explica Álvaro Ferreira, un artesano que desde hace 40 años recorre con su traje la localidad, a fin de que visitantes y vecinos se sumen a la fiesta.
En la evolución de este personaje, los “cigarrones” pasaron de ser “cobradores de impuestos” a lo que son hoy en día, “amos y señores” del lugar, cuya misión es “poner en orden las calles”.
Una de sus singularidades es que llevar el traje requiere ser adicto al régimen y respetar las normas establecidas.
Bajo esta premisa, más de doscientos “cigarrones” recorrieron ayer las principales calles de la villa y esperaron a los feligreses a la salida de la misa para recriminarles con sus zamarras (un tipo de látigo) y vejigas -en el caso de Xinzo–, que emplean para castigar a los que se cruzan en su camino.
Las principales teorías en torno a este personaje es que data “del siglo XV” y es la “figura emblemática” de esta celebración.
La puesta del traje se vive como un ritual para Cigarróns y también para sus hermanos los Peliqueiros, los cuales protagonizarán “su estreno” en unos días.
“Normalmente, nos vestimos por pandillas. Los niños se visten con nosotros para que aprendan la tradición”, señala Ferreira.
Un denominador común en Verín, Laza, así como en Maceda, donde residen sus parientes, los Felos, es la laboriosidad del traje, un hecho que se extiende a otras localidades ourensanas más allá del triángulo mágico.
Una singularidad del Entroido es la presencia del imaginario animal. En las máscaras llevan pintadas, desde lechuzas, hasta leones y, en el caso de Xinzo, simbología astrológica.

“Pantallas” y “Cigarróns” ponen orden en el “triángulo mágico” del carnaval gallego

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