La madre de Asunta reitera su inocencia, mientras su exmarido rechaza declarar

José Luis Gutiérrez Aranguren, el abogado que asiste a Rosario Porto, la madre de la niña hallada muerta en una pista forestal, afirmó ayer que su clienta mantuvo una postura “coherente, razonada y razonable” e insistió en su inocencia durante el interrogatorio al que se sometió ante el juez José Antonio Vázquez Taín, y se quejó de preguntas hechas a su clienta para “alimentar el morbo”. El padre de la niña, Alfonso Basterra, por su parte, se negó a declarar.
En el exterior de los juzgados compostelanos de Fontiñas, este letrado comentó a los informadores que precisamente para evitar esa tendencia al cotilleo había aconsejado previamente a su patrocinada que no contestase a “preguntas personalísimas” que finalmente, y según su versión, se habían producido.
Gutiérrez Aranguren comentó que no ve “ninguna base” para mantener la recomendación de que Rosario Porto y Alfonso Basterra, su ex marido y padre de la víctima, Asunta, no mantengan contacto en el penal coruñés de Teixeiro, donde ambos están encarcelados desde el pasado 27 de septiembre por la presunta comisión de un delito de asesinato.
De su clienta afirmó que mantuvo la versión dada hasta el momento y de Basterra, que se acogió a su derecho a no declarar, Gutiérrez Aranguren opinó que respeta el proceder de sus compañeros y la letrada Belén Hospido, quien entendió que el “escaso tiempo” que habían tenido para leer el sumario no le permitía afrontar este proceso con las debidas garantías.
Los letrados que asisten a ambos, los únicos imputados por esta muerte violenta que se consumó el día 21, les habían aconsejado que no cooperasen en ninguna reconstrucción o cualquier otra pericia hasta que tuviesen acceso al sumario.
El juez esperaba conocer en la comparecencia la postura actual del otrora matrimonio y comprobar, por tanto, si estaban dispuestos a esclarecer lo sucedido y a arrojar luz sobre los “numerosos” indicios sospechosos.
Con la de ayer, es la tercera vez que Porto y Basterra están ante el juez. La primera fue el 27 de septiembre, cuando Vázquez Taín ordenó el ingreso en prisión, y la segunda el 18 del mes siguiente, el día en que se elevó la calificación de homicidio a asesinato.
El cadáver de la menor de 12 años, a la que adoptaron cuando no tenía un año, fue localizado por dos viandantes a la una y cuarto de la madrugada, colocado sobre un talud situado en Teo, cercano a Compostela.
Las sospechas estuvieron desde un primer momento sobre Porto y Basterra, acusados de la presunta comisión de un delito de asesinato y encarcelados en el penal coruñés de Teixeiro desde el 27 de septiembre.
Vázquez Taín está convencido de que los padres de la niña habían urdido un plan para matarla bajo el cual él se encargaría de drogarla hasta el aturdimiento para facilitar la asfixia mecánica que ejecutaría ella.
En el auto por el que se levantó el secreto, el juez apunta que Basterra sabe que en base a los resultados de la autopsia y a los análisis de toxicología se le imputa que el día en que murió la niña, como en episodios anteriores, le suministró una dosis tóxica de un ansiolítico (Orfidal).
Especifica que el motivo de esta acción habría sido el de privar a la víctima de toda voluntad y capacidad de defensa para facilitar la acción de asfixia, de la que se encargaría la propia Rosario Porto. n