La madre de Asunta pedirá saber de qué dispositivos salen las fotos

El penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, que se encarga de la defensa de la abogada Rosario Porto, madre de la niña hallada muerta el 22 de septiembre del año 2013, pedirá que se especifique el origen de las imágenes incorporadas a la causa judicial abierta por el crimen de Asunta.
El letrado dijo a Efe que lo hablará con su cliente pero su objetivo es conocer de qué dispositivo electrónico procede cada una de las instantáneas que figuran en el informe del departamento de Ingeniería de la Guardia Civil, es decir, si los aparatos de los que se extraen son propiedad del padre de la menor o de la madre, aparte del contenido del móvil de Asunta, el cual heredó de su progenitora.
Gutiérrez Aranguren insistió en que se intenta incriminar a su cliente y expresó su desconcierto porque no ve relación entre este hallazgo y el caso en sí, aparte de recalcar su interés por conocer la totalidad del contenido.
El periodista Alfonso Basterra, padre de la niña asesinada el 21 de septiembre de 2013, almacenaba en su portátil material erótico y pornográfico de mujeres asiáticas, archivos borrados y recuperados sobre los que se hace un apunte en este documento: “llamando especial atención los vídeos e imágenes pornográficas” de mujeres con rasgos asiáticos.
Su ordenador se localizó el pasado 30 de diciembre sobre la mesa del salón del piso que tenía alquilado en la capital gallega este profesional de la comunicación, y el descubrimiento se produjo tras inspeccionar varias veces el inmueble sin localizar previamente esta computadora.
En esta tercera y exitosa tentativa, fue la defensa del padre de la niña Asunta, de la que se ocupa Belén Hospido, quien perseveró para que se volviera a registrar el domicilio de Alfonso Basterra, pese a que los agentes ya lo habían hecho con anterioridad y con un resultado fallido.
A pesar de que los investigadores comunicaron a la defensa que ya habían examinado varias veces el piso, finalmente el juez que instruye el caso, José Antonio Vázquez Taín, autorizó este nuevo registro, en el que los agentes localizaron el ordenador portátil y un móvil, aparatos electrónicos que hasta entonces no habían aparecido, lo que llevó a pensar que alguien pudo haberlos colocado ahí.