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jueves | 18 abril | 2024
El ayuntamiento pontevedrés de Lalín registró ayer un incendio que se inició en la parroquia de Vilanova y que al cierre de esta edición había calcinado más de 20 hectáreas. El incendio estaba “muy cerca de las casas” pero “no hay urgencia” pese a estar trabajando en la zona varios medios aéreos, entre otros, los desplegados por el Ministerio de Agricultura, según la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez.
En cuanto a la situación en general de la lucha contra el fuego, la titular del departamento apuntó que se podía hablar “de estabilidad” y de que “se bajó la intensidad”, lo cual no quiere decir, según advirtió, “que hacia la noche no haya una mayor afección”. En esta lucha, “están apareciendo o artefactos o velas, como ayer en Pontevedra”, indicó. “Esperemos que la ola más fuerte de incendios haya terminado”, reflexionó, antes de destacar que lo “primordial” es proteger los lugares donde vive la gente y “la vida de las personas”.
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente envió tres aviones para colaborar con Galicia en la extinción de las llamas en Lalín.
Estas aeronaves, aviones anfibios Canadair, de 5.500 litros de capacidad de descarga, salieron de su base en Lavacolla.
Mientras, ayer continuaba estabilizado el incendio en la localidad ourensana de Melón (con más de 100 hectáreas arrasadas) y estaban controlados los de A Pobra de Trives (también en Ourense, con unas 194 hectáreas quemadas) y la localidad lucense de Cervantes (unas 45).
Por otro lado, la Xunta dio ayer por extinguidos los fuegos de Arbo (que quemó 1.717 hectáreas según las últimas estimaciones) y Crecente, ambas en Pontevedra (que arrasó 345).
Por su parte, el grupo ecologista Adenco lamentó los incendios forestales producidos en la comarca de O Condado, en concreto en las localidades pontevedresas de Mondariz y Arbo, donde el fuego se extendió hasta As Neves. Entre ambos quemaron casi 2.000 hectáreas y dejan “terribles consecuencias ambientales”, según advirtió el colectivo.
La asociación trasladó su preocupación y recordó que los incendios forestales suponen una “merma para la biodiversidad”, ya que afectan al suelo fértil y a recursos “tan relevantes” como el agua. En este sentido, señaló que llevan “años” tratando de sensibilizar sobre esta plaga, y para ello, apeló a los gobiernos municipales y a los grupos políticos de la comarca para elaborar iniciativas concretas que avancen en la “sustentabilidad y en la multifuncionalidad” de los montes. Entre estos proyectos, destacó el cambio de los modelos de gestión de los espacios naturales por medio de la sustitución del monocultivo de eucalipto por especies autóctonas como el roble o el castaño, que ejercen de cortafuegos naturales.
Adenco resaltó que es importante avanzar en la multifuncionalidad del monte mediante la formación de los propietarios y con una propuesta firme por las frondosas y la diversificación de cultivos con el fomento de los micológicos, los apícolas y la ganadería intensiva.
