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viernes | 19 abril | 2024
Los dos jóvenes vecinos de Vilalba detenidos el sábado por agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil como presuntos autores del doble asesinato, en febrero pasado, de un padre y de su hijo y de causar lesiones graves a la esposa y madre en el municipio de Xermade, podrían pasar hoy a disposición de la autoridad judicial.
Brais Lorenzo O., de 25 años, fue detenido en el aeropuerto de Lavacolla cuando se disponía a tomar un vuelo hacia Ibiza, y el segundo, Juan José Calaza Fraga, de 34, apodado “el pibe” natural de la zona de Martiñán, también del Ayuntamiento de Vilalba, fue arrestado en su propio domicilio.
Antecendetes > Fuentes del instituto armado manifestaron que desde que se registró este suceso que “fue violento, con bastante ensañamiento y con mucha sangre”, según declaraciones realizadas desde la Delegación del Gobierno, los agentes de esta unidad solicitaron el testimonio de más de un centenar de personas para completar la investigación.
Al menos uno de los detenidos cuenta, según las mismas fuentes, con numerosos antecedentes policiales por drogas.
Las víctimas mortales fueron Víctor Hermida Purriños, de 74 años, y su hijo, Eulogio Hermida Rodríguez, de 51.
También resultó herida la esposa y madre de las víctimas Domitila Rodríguez Souto, de 77 años, que fue ingresada en el hospital Universitario Lucus Augusti, con golpes, magulladuras y cortes en la cabeza y en el cuello. Esta se habría salvado porque los agresores la habían dado por muerta.
El ensañamiento del ataque también lo sufrió un perro de la familia que apareció muerto a golpes.
El crimen ocurrió en una vivienda unifamiliar de la parroquia de Santa Eulalia de Burgás, en el lugar de Casas Novas dentro en el municipio lucense de Xermade, a medio camino entre las localidades de As Pontes y Vilalba.
Un amigo de la familia fue el que descubrió los dos cadáveres –el padre y el hijo– y a la mujer herida a media mañana cuando se presentó en la casa de visita.
El suceso generó mucha expectación en este pequeño municipio rural de 2.170 habitantes y varios vecinos de todas las edades se han acercado a lo largo de la jornada hasta las inmediaciones de la casa donde vivía el septuagenario jubilado, junto a su mujer e hijo.
