Localizan los cadáveres de un matrimonio de octogenarios en su finca de Pazos de Borbén

Los cadáveres de un matrimonio de octogenarios fueron hallados ayer por la tarde por una de sus hijas en la parroquia de Nespereira, en el lugar de Alvite, en Pazos de Borbén, informaron a fuentes de la Guardia Civil, que ha abierto una investigación para esclarecer los hechos.
El cuerpo sin vida de la mujer,  Sara Pereira Camiña, de 84 años, fue localizado en una poza de agua de un lavadero, mientras que su marido, Andrés Fernández Barciela, de 81, fue hallado ahorcado en un alpendre cercano, anexo a la vivienda familiar.
A última hora de ayer las informaciones apuntaban a que la pareja mantuvo una discusión, durante la cual el marido golpeó mortalmente con un martillo a su esposa en la cabeza cuando ella estaba en el lavadero. Después tiró el cadáver al pozo y luego se quitó la vida.
Los dos cuerpos sin vida fueron descubiertos por la hija que vivía con ellos, cuando regresó de hacer la compra.
Fueron los propios vecinos protagonistas involuntarios del macabro hallazgo quienes dieron la alerta a la Guardia Civil sobre las 20.30 horas.
La Policía Judicial de la Guardia Civil trabaja en el escenario de lo que asemeja ser un episodio de violencia machista, aunque no se descartan por el momento otras hipótesis.
Según informaciones recogidas, el hombre pensaba que su esposa coqueteaba con todo el mundo y de ahí que ayer la disputa entre ambos fuese más de lo habitual.
De este modo, se baraja que un ataque de celos fue la causa de que se iniciase la discusión que acabó de forma trágica y que conmocionó a la pequeña localidad, habitada por varias decenas de personas.
Sin embargo otras fuentes señalan que era una pareja normal y no los habían visto nunca discutir fuera de lo habitual en los matrimonios. De hecho, apuntan que tenían once hijos y la relación familiar era normal.
Fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia precisan que no constan antecedentes ni denuncias por malos tratos entre los miembros del matrimonio.
El matrimonio residía en una vivienda unifamiliar, que ayer se llenó de curiosos.