La escisión nacionalista puede romper un juego a tres bandas que dura 20 años

Los gallegos están llamados a participar hoy en las novenas elecciones autonómicas, 31 años después de que, en 1981, eligiesen a sus primeros representantes al Parlamento gallego.

En las dos primeras elecciones tras la instauración de la democracia, en 1981 y 1985, el Partido Popular ganó los comicios. El médico compostelano Gerardo Fernández Albor, era entonces el cabeza de lista de los populares.

El pSdeG tardó años en recuperarse de la caída que sufrió en el 93


El pp gobernó galicia durante 24 de los 31 años de autonomía

Albor perdió la Presidencia del Ejecutivo al presentarle una moción de censura el grupo socialista, liderado por Fernando González Laxe a quien apoyaban los nacionalistas de Coalición Galega y su escisión PNG.

Después de dos años del que se llamó “Gobierno tripartito” (PSdeG-CG-PNG), Manuel Fraga, como cabeza de cartel del PPdeG, obtuvo la mayoría absoluta del Parlamento en las elecciones de 1989.

 

cuatro legislaturas

Comenzó entonces una serie de cuatro legislaturas como presidente, que concluyó en 2005, cuando perdió ante el socialista Emilio Pérez Touriño en coalición con Anxo Quintana, del BNG, que asumió la Vicepresidencia.

El Partido Popular, con su candidato Alberto Nuñez Feijóo al frente, recuperó en marzo de 2009 el Gobierno de Galicia y reeditó la mayoría absoluta que Fraga había perdido en 2005. En los pasados comicios autonómicos, la lista que encabeza el actual candidato del Partido Popular, consiguió 38 de los 75 escaños del Parlamento autonómico.

Núñez Feijóo recuperó el poder tras una legislatura marcada por los sonados desencuentros entre los líderes del PSdeG y el BNG en el Gobierno, una confrontación por el poder que terminó incluso por pasar factura a la organización nacionalista, que se presenta a estas elecciones disgregada.

Mientras el PP, que gobernó Galicia durante 24 de los 31 años de autonomía, busca revalidar el domingo la mayoría absoluta que permitió gobernar a Alberto Núñez Feijóo, quien llegó a la dirección de su partido en Galicia en 2006.

Desde el 1989, cuando el PP se presentó por primera vez bajo las siglas actuales, los populares no han recibido nunca en Galicia un apoyo inferior al del 44% de los votos, ni siquiera en 2005, cuando Fraga perdió la mayoría suficiente para gobernar en solitario y se quedó con 37 diputados, pero con el 45,81% de los apoyos.

 

debilidad histórica

La otra cara de la hegemonía popular es un socialismo gallego históricamente débil, al que le costó años recuperarse de la caída de 1993, cuando perdió 9 puntos con respecto a 1989 –entonces marcó su tope, 28 diputados– y se quedó con el 23,8% de los apoyos y 19 diputados, tan solo seis más de los que había conseguido el BNG.

Los socialistas continuaron cayendo y tocaron fondo en 1997, cuando ni siquiera alcanzaron el 20% de los votos y obtuvieron 15 de los 75 diputados de la Xunta, tres menos que el BNG.

En la legislatura siguiente, iniciada en 2001, ambas formaciones lograron 17 escaños cada una, frente a los 41 del PP, una tónica que lograron romper en 2005 cuando el PSdeG, con el 33,6% de los apoyos y 25 escaños, logró acceder al gobierno de la Xunta tras aliarse con un BNG con 13 parlamentarios y el 19% de los votos.

 

tres candidaturas

Después de varias legislaturas que estuvieron marcadas por la unidad y la presencia parlamentaria del BNG, los nacionalistas se presentan a las elecciones del 21 de octubre divididos en torno a tres candidaturas distintas: BNG, Alternativa Galega de Esquerda, que está liderada ahora por el histórico del BNG, Xosé Manuel Beiras y Compromiso por Galicia con Xoan Bascuas al frente.

Esta circunstancia podría provocar la entrada de una cuarta fuerza al Parlamento gallego, algo que no se produce desde que en 1992 se cambió la ley electoral para instaurar el mínimo del 5 por ciento de los votos para obtener representación parlamentaria. n

 

 

La escisión nacionalista puede romper un juego a tres bandas que dura 20 años

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