La catedral de Santiago de Compostela admite un desfase contable en 2005, pero no lo denunció

La catedral de Santiago de Compostela admite un desfase contable en 2005, pero no lo denunció

"Cuando se detectó ese desfase la primera reacción fue de incredulidad, porque de la caja fuerte solo había una llave que se trasladaba de administrador en administrador", precisó hoy Ceán en rueda de prensa.

Explicó que estos desfases contables no fueron denunciados "porque en un primer momento se desconfiaba de que realmente hubiese robo" y porque para presentar una denuncia "había que saber a quien denunciar".

Ceán compareció hoy junto al canónigo fabriquero y presidente de la Comisión de Cultura de la basílica, Daniel Lorenzo, en una comparecencia de prensa en la que han aclarado algunos aspectos de la desaparición del Códice Calixtino y del dinero hallado al principal sospechoso, el electricista Manuel Fernández Castiñeiras, extrabajador autónomo del templo.

El responsable de la contabilidad catedralicia dijo no poder asegurar que todo el dinero en efectivo que la Policía ha intervenido a Fernández Castiñeiras haya salido del templo.

"Lo que sí se detectó fue en el año 2005 un desfase entre caja y contabilidad en cuanto al dinero ya contado", indicó, y también admitió que "cabe la posibilidad de que pudiese haber sustracciones antes de contar".

Ceán indicó que la recogida del dinero en efectivo en el interior de la catedral se realiza siguiendo "unos procesos reglados" y que intervienen "con carácter regular" dos personas acompañadas por un canónigo.

"Es cierto que en todo ese proceso hubo deficiencias y es mejorable, pero no es un proceso muy diferente al de cualquier otra entidad que maneje grandes cantidades de efectivo", indicó.

El presidente de la Comisión de Cultura de la basílica explicó que Manuel Fernández Castiñeiras "era una persona de muchísima confianza" para algún responsable de la catedral, y añadió que "a partir de ahí hay un abuso total de confianza".

Daniel Lorenzo recordó que el electricista trabajó en la catedral durante muchos años "y fue replicando llaves de todo, absolutamente de todo", y que incluso llegó a hacer una réplica de la llave de la caja fuerte.

"Yo no sé cómo llegó a manos de esta persona, porque solo había una llave. Quien nos lo va a poder contar es don Manuel", dijo en alusión al extrabajador.

El presidente de la Comisión de Cultura indicó que en el entorno de la catedral "tuvimos sospecha de que esta persona podía ser el autor del robo una vez que se produjo, hasta ese momento no sospechábamos que su comportamiento pudiera llegar al extremo de robar el Códice o el dinero, para nada", apostilló.

Añadió que la desvinculación laboral de Fernández Castiñeiras de la basílica compostelana después de muchos años de colaboración se produjo "por varias circunstancias", como trabajos deficientes o facturas elevadas que no se correspondían con las reparaciones realizadas, o porque presentaba "unas conductas extrañas, pero que no sabíamos definir", dijo.

Llegó a decir incluso que "una de las grandes habilidades de este hombre", en alusión a Manuel Fernández Castiñeiras, era "sustraer continuamente cosas, cambiarlas de sitio,...".

Daniel Lorenzo indicó que en la catedral compostelana "no se ha robado patrimonio que no hayamos denunciado". "Cuando ha habido algún tipo de sustracción se denunció", aclaró.

Agregó que "nosotros tenemos perfectamente inventariado todos los bienes de la catedral, los expuestos y los que están almacenados y que no se exponen".

Por otra parte, dijo que los protocolos de funcionamiento del Archivo catedralicio, de donde fue sustraído el Calixtino, "son equiparables a los de cualquier otro archivo".

"El Archivo no es un museo, en el archivo no entra mucha gente. Así como los protocolos en otras áreas se pueden llevar con un carácter muy rígido, quizás el hecho que sean muy pocas personas, que con carácter investigador acceden a él, hubiera ocasionado alguna forma de relajación en determinadas áreas de ese ámbito de la catedral", señaló.

"El Archivo es un espacio al que accede muy pocas personas, casi se puede decir que es un lugar en el que todos se conocen", subrayó.

La catedral de Santiago de Compostela admite un desfase contable en 2005, pero no lo denunció

Te puede interesar