Un joven quiso llevar a Diana Quer a la casa una hora antes de advertirse su desaparición

Un joven quiso llevar a Diana Quer a la casa una hora antes de advertirse su desaparición
Los padres mantienen la esperanza de que aparezca Diana Quer CHECHU RÍO

Un joven trató de convencer a Diana Quer para que regresase a su casa de veraneo en el lugar pobrense de Cabío-Xobre en la madrugada en que se le perdió de vista. Ello se produjo a las siete y veinte de la mañana, una hora y diez minutos antes de que la madre de la adolescente madrileña se despertase y comprobase que no se encontraba en su dormitorio ni el resto de la vivienda y decidió telefonear a la Guardia Civil para alertar de su desaparición.
Pese a que hasta la fecha ya había quien decía que la había visto en torno a esa hora en la zona de la gasolinera de A Covecha, lo cierto es que sus declaraciones no tuvieron el suficiente peso para que los investigadores le diera demasiada credibilidad, al contrario de lo que sucede con este testimonio.
Fue una vecina de A Pobra que, como hacía habitualmente, había salido a hacer footing por la villa y a las 7.20 horas de ese día vio como unos metros más adelante de la antigua discoteca Bumerang iba una joven que llamó su atención por la altura y larga melena, que vestía un mono negro de pantalón corto y de tirantes, y que iba precedida por un chico, que no le resultó conocido. En ese momento, detuvo su carrera y empezó a caminar un rato detrás de ellos. Aunque no podía escuchar lo que se decía pues llevaba puestos unos auriculares para escuchar música, se percató de que el joven que iba delante de la chica que respondía a las características de Diana, tratando de llevarla para su casa, pero parecía que ella no tenía esas mismas intenciones.
Aunque esta testigo ya puso en conocimiento de la guardia Civil su testimonio a las pocas horas de tener conocimiento de la publicación de la denuncia de la desaparición de la joven, no se supo nada de ello debido al hermetismo con el que los investigadores están llevando este caso, para el que se ha decretado el secreto de sumario. Hasta el momento, sólo estaba confirmado que una conocida la vio pasar después de las dos y media de esa noche por delante de la pizzería Mi Manda Picone, en el Paseo do Areal, y poco después en el puente de San Antonio un matrimonio de jubilados al que le sorprendió que una joven estuviera sola a esas horas por allí.
Curiosamente, el nuevo testimonio trasciende en un momento en el que se está especulando con la idea de que la joven pudo desplazarse a un entorno situado entre el puerto de Taragoña (Rianxo) y un antiguo aserradero en Beluso (Boiro), o bien que por allí pasase un vehículo cuya matrícula fuese sospechosa. En esa zona, se realizaron el viernes batidas por petición de los encargados de la investigación del caso, aunque la búsqueda de indicios que acercasen al paradero de Diana Quer fue infructuosa.
Se apuntó que el teléfono móvil de esta muchacha se conectó con una antena repetidora situada en ese entorno, lo que podría situar su aparato allí, pero eso es algo que no tiene el 100 % de certeza, pues aunque estuviera a más distancia también se pudo producir ese enlace.
Aunque se pudiera pensar que la joven salió de A Pobra en un coche que la recogió después de ir a cambiarse de ropa a su casa de veraneo, no se descarta que siguiera esa misma madrugada por el mismo municipio. Lo que no se sabe es lo que ocurrió ni durante la hora siguiente a la que fue vista por la citada testigo ni tampoco en las horas siguientes, pues por el momento se desconoce si alguien más la vio, y en ello siguen trabajando los investigadores.

Un joven quiso llevar a Diana Quer a la casa una hora antes de advertirse su desaparición

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